Como todo lo que ocurre en la Asamblea Legislativa desde el 1 de mayo, las sorpresas sigue siendo la tónica de la nueva legislatura.
Este 1 de junio, en ocasión de que el presidente de la República, Nayib Bukele, rinda cuentas a la Nación de su segundo año de gobierno, los periodistas fueron llevados en microbuses desde el parqueo del INDES hasta la Asamblea.
Los comunicadores se vieron así imposibilitados de llegar por su propio pie a la “casa del pueblo”. El ingreso para los periodistas fue únicamente a través de los vehículos dispuestos por Capres en el INDES, ubicado a varios metros de distancias del Palacio Legislativo.
Los periodistas se sintieron incómodos por las restricciones a la prensa, ya que en años anteriores los medios de comunicación han tenido acceso a los pasillos previo al acto de rendición de cuentas, movilidad que les ha permitido poder abordar a funcionarios y diputados antes del acto protocolario.
Pero en vez de eso, los periodistas fueron convocados al Instituto Nacional de los Deportes (INDES), tomando así la Presidencia el control sobre el ingreso de los periodistas al Salón Azul.

A la entrada del INDES, personal de comunicaciones de la Presidencia anotaban a los periodistas para luego enviarlos a un salón.
Habían convocado a las 4:30 de la tarde, pero fue después de las 5:00 p.m. que comenzaron el traslado, hicieron 3 grupos, y tres comunicadores de CAPRES explicaron que el traslado a la Asamblea sería por orden de llegada.
Al llegar a la Asamblea, los periodistas fueron llevaron a la entrada del Salón Azul, donde tuvieron que esperar el acceso al lugar por casi una hora.
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En los alrededores del edificio legislativo se ve el avance de los preparativos, además, había una tarima exclusiva para el Canal 10, el medio estatal que como en otras ocasiones han tenido privilegios por sobre el resto de medios independientes.
Pero no solo el manejo protocolario para los periodistas fue distinto, los leones rampantes que adornaban el Salón Azul, uno a cada lado, desde hace más de 15 años fueron retirados. Estas esfinges son parte del patrimonio cultural de El Salvador.