Nervioso y todavía sin poderlo creer. Así está Eduardo Isaac Martínez Barrios, un estudiante de cuarto año de la licenciatura de Biología de la Universidad de El Salvador, tras agenciarse una beca que le permitirá foguearse en el Instituto de Investigación de Patología Molecular (IMP, por sus siglas en inglés), ubicado en Viena, Austria.
Martínez Barrios, quien tiene 20 años y viajó el sábado pasado hacia dicha nación, explicó que se trata de una beca de investigación que le permitirá trabajar durante dos meses, en calidad de pasante, en uno de los equipos de investigadores de ese prestigioso instituto, en este caso con la doctora Andrea Pauli.
“Es un instituto bastante prestigioso en Europa y pues ahí lo que hay son diferentes científicos que se especializan en campos diferentes de la Biología molecular y tiene cada uno su grupo de investigación”, detalla.
El joven, residente en Nuevo Cuscatlán, La Libertad, explica que la doctora Pauli lleva a cabo estudios sobre procesos de fertilización, es decir qué sucede a nivel molecular cuando se da la unión entre un espermatozoide y un óvulo.
“Lo que se va a hacer principalmente es que yo voy a aprender técnicas de laboratorio que sirven para hacer investigación en el campo de la Biología molecular”, comenta.
Martínez explicó que en el grupo de investigadores que lidera Pauli trabaja también una científica salvadoreña, se trata de la doctora Victoria Deneke por quien él siente agradecimiento.
Según detalla, la doctora Deneke propició, con el apoyo de Pauli, la creación del programa de pasantías, a través del cual él podrá cumplir parte de su sueño al empezar a adquirir conocimientos y habilidades en esa área de la Biología.
“Estoy muy feliz la verdad, porque es también lo que a mí me gusta, el área que a mí me llama la atención”, insiste.
Luego de ver el anuncio de la pasantía en la Unidad de Comunicaciones de la Escuela de Biología, agenciarse la beca no ha sido algo casual, sino fruto de su capacidad, esfuerzo y anhelos.
Eduardo cuenta que estudió la educación Básica y Media en el Colegio Sagrado Corazón y cuando se graduó de ahí recibió un premio por tener las mayores calificaciones de su promoción; además, en la universidad lleva un cum de 8.85.
Sobre el tema de la Biología Molecular en el país, el compatriota señala que si bien se han empezado a dar algunos pasos todavía no son suficientes, por lo que está convencido que se tiene que trabajar más en esto.
“Todo lo que aprenda allá me encantaría ponerlo a disposición de la universidad, involucrarme en iniciativas que quieran avanzar ese campo aquí en el país”, asevera.
Sostiene que la oportunidad de ir a foguearse con investigadores lo ilusiona porque llega en un momento que él lo necesita, considerando que la pandemia no permitió que en la universidad pudieran desarrollar prácticas de laboratorio.
Afirma que, hasta donde conoce, solo él ha logrado la pasantía a nivel de la UES y también del país, pero que al parecer existe la posibilidad de que el programa se extienda.
Este universitario manifestó que su interés por la Biología surgió desde pequeño.
“Desde las clases de Ciencia en el colegio ya me sentía bastante interesado por la célula y diferentes cuestiones que tienen alguna relación con la biología molecular, cómo funcionan todos los organismos vivos”, indicó.
El universitario contó que sus padres, ambos empleados que han costeado buena parte de su carrera hasta el momento que la UES determinó la gratuidad, están muy contentos con su beca y lo que esta representa para su futuro, una celebración a la que se han sumado sus amigos y compañeros.
Sobre el Instituto
En el Instituto de Patología Molecular, creado en 1988 y financiado en su mayoría por la compañía Boehringer Ingelheim, se llevan a cabo investigaciones de punta en temas relacionados con Biología estructural, bioinformática, biología celular y molecular, epigenética y diferenciación y desarrollo.