“Bailando olvidamos las penas”. Conoce a los bailarines más populares del Parque Libertad

Todas las tardes, varios hombres y mujeres se reúnen en el Parque Libertad de San Salvador para darle rienda suelta a su alegría y a su pasión por el baile. A pesar de sus problemas personales y económicos, ellos no pierden su entusiasmo y la esperanza de que vendrán días mejores.

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Doña Cata, Sebastián, Keiry y Yajaira son algunos de lo rostros del Parque Libertad. Foto: EDH / Walu Hernández

Por Osmín Monge

2021-05-20 8:03:44

Todos los días, a partir de la 1:00 p.m., los ritmos tropicales más cadenciosos se escuchan en el Parque Libertad, en el corazón de la capital de El Salvador. Las cumbias de Aniceto Molina, los Corraleros del Majahual y los Hermanos Flores, así como los mambos de Pérez Prado, los boleros de Agustín Lara y otras piezas musicales son interpretados por los combos “Los cuscatlecos del ritmo” y “Libertad”.

El ambiente popular y bullanguero lo propicia también un grupo de entusiastas personas que llega a la plaza con el propósito de divertirse, bailar hasta el cansancio, robarse las miradas del público y, si la suerte está de su lado, ganarse un poco de dinero.

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Estos ciudadanos de espíritu alegre han creado una auténtica comunidad de bailarines, los cuales son admirados no solo por los que acuden al parque, sino también por quienes los ven a través de redes sociales. Y es que estos asiduos danzantes suelen ser grabados por el público asistente y sus videos colgado en diferentes plataformas digitales.

Todas las tardes a esta comunidad de amigos se les ve bailar en parque. Foto: EDH / Walu Hernández

Teniendo como testigo principal al ángel de la Libertad que se yergue sobre el histórico pedestal de mármol, hombres y mujeres (en su mayoría de la tercera edad) tratan de olvidar sus penas a través del baile. Entre ellos suele haber mucha empatía, complicidad y compañerismo, sin embargo, como ocurre en muchos colectivos, también hay desavenencias y alguno que otro roce. Pero esas discordias son pasajeras: usualmente se superan con un apretón de mano, una suave palmada en la espalda o con una simple sonrisa.

Detrás de cada paso de baile y de las sonrisas de esos bailarines se esconden historias conmovedoras que tocan las fibras del alma. Más allá de sus improvisadas coreografías se ocultan necesidades, tristezas y sinsabores.

 

Todas las tardes, un grupo de hombres y mujeres dan rienda suelta a su alegría y a su pasión por el baile en esa plaza del Centro Histórico de San Salvador. Detrás de cada uno de ellos hay una historia y anhelos diferentes. Video: EDH

Entre todos los bailarines destaca Yajaira, quien se ha convertido en la reina absoluta del lugar. No en balde se ha ganado a pulso el mote de “La bailarina del pueblo”. Gracias a sus enérgicos pasos, a su “chispa” y a su pomposo vestuario esta septuagenaria ya es toda una sensación a nivel internacional.

Sin embargo, esta ágil danzante no es la única que es admirada en ese punto de interés. Alrededor de ella hay decenas de otros bailarines que han ganado notoriedad.

Te invitamos a que conozcas, a continuación, algunos de los rostros más conocidos de esa plaza pública del Centro Histórico de San Salvador.

Yajaira

Yajaira. Foto: EDH / Walu Hernández

Zonia Isabel Chávez en el nombre real de esta artista urbana residente de la Colonia Zacamil, Mejicanos. A sus 73 años despierta la admiración del público gracias a sus coreografías cargadas de energía y entusiasmo.

A pesar de lucir siempre alegre, Yajaira ha vivido momentos difíciles en su vida, entre ellos la muerte de dos hijos, uno de ellos adolescente.

En estos momentos, el mayor deseo de “La bailarina del pueblo” es viajar a México para interpretarle a la Virgen de Guadalupe el tema “Canto de humildad”.

“Primero Dios pueda hacerlo; eso es lo que más deseo”, ha dicho Yajaira.

Jairo

Jairo. Foto: EDH / Walu Hernández

Este bailarín es un verdadero “traga años”. Y es que, a sus cuarenta años, aparenta menos edad. Cinco veces a la semana viaja desde San Juan Opico, departamento de La Libertad, hasta San Salvador para entretenerse bailando. Ahí realiza sus movimientos delicados y bien marcados.

Lejos de parque Libertad, Jairo se gana la vida lavando ajeno.

“Durante la cuarentena me la vi difícil, casi no trabajaba. Vengo al parque para divertirme; algunas veces me regalan dinero”, comenta el bailarín.

El más grande deseo de Jairo es tener salud y trabajo para poderle ayudar a su mamá, quien adolece de problemas cardiacos. Además, anhela mejorar su “casita humilde” donde vive junto a su progenitora y su hermana.

Doña Cata

Doña Cata. Foto: EDH / Walu Hernández

La exmodelo de “Domingo para todos” es otro de los rostros del Parque Libertad. Ella es una de las figuras más queridas y admiradas del lugar. A sus 85 años desborda alegría y ternura. En más de alguna ocasión ha tenido encontronazos con Yajaira, pero, a pesar de ellos, siguen siendo buenas amigas. Recientemente murió su pareja, pero eso no ha sido motivo para perder su entusiasmo y deseos de bailar. Actualmente reside en San Ramón, Mejicanos.

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Martita Gámez

Matita Gámez. Foto: EDH / Walu Hernández

A sus 72 años se mantiene entretenida realizando sus pasos de baile. Ella es una de las pocas figuras de la plaza que utiliza mascarilla todo el tiempo, pues le teme al contagio. Sus pasos de baile se caracterizan por ser suaves y cadenciosos. Su mirada denota alegría y ternura.

“Me gusta bailar de todo”, afirma Martita, quien es residente de la Comunidad La Fosa, de San Salvador.

Blanquita Umaña

Blanquita Umaña. Foto: EDH / Walu Hernández

El encanto y la dulzura están presentes en esta señora bailarina de 78 años. Ella es una vendedora ambulante residente del Distrito Italia, en Tonacatepeque, que acude todas las tardes al parque para poner en movimiento su menudo cuerpo. Generalmente luce emperifollada, con gorra, zapatillas deportivas y con el pelo tintado de rubio.

“Me encantan las cumbias y las rancheras. Yo me la paso bien con todos mis amigos”, expresa doña Blanquita.

Marta Gómez

Doña Martita Gómez. Foto: EDH / Walu Hernández

Con un semblante serio y con movimientos pausados, doña Marta se la pasa entretenida frente al Portal La Dalia bailando con el combo “Los cuscatlecos del ritmo”.

“Me siento alegre. La música me activa, me pone en movimiento; eso es bueno para mi vida. Al bailar todas las tardes evito el sedentarismo y las enfermedades. Todos los que estamos aquí nos sentimos con vida”, comenta doña Marta, de 70 años y residente de Soyapango.

Tomás Hernández

Don Tomás. Foto: EDH / Walu Hernández

Don Tomás, de 82 años, viaja todas las tardes desde San Juan Las Delicias, Apopa, hasta el centro histórico para dar rienda suelta a sus deseos incontrolables de bailar. Al ritmo de canciones del género tropical mueve su cuerpo junto a sus demás compañeros.

“Desde muy joven me ha gustado bailar”, comenta el señor Hernández.

Óscar Meléndez

Don Óscar. Foto: EDH / Walu Hernández

A sus 75 años no le importa el “qué dirán”. Para él lo más importante es divertirse y compartir con sus demás camaradas. En estos días de pandemia, a don Tomás siempre se le ve usando su mascarilla, pues de no hacerlo, sus familiares (que lo ven en Internet) lo regañan.

Él tiene una manera muy peculiar de bailar boleros, mambos y cumbias; siempre se le ve concentrado haciendo sus rítmicos movimientos. Actualmente reside en el Centro de San Salvador.

María Cruz Alvarado

Doña María Cruz. Foto: EDH / Walu Hernández

Ella es otra de las asiduas bailarinas del parque. Desde las 2:00 p.m. hasta que el sol se oculta doña María se divierte moviendo su cuerpo al ritmo de pegajosas melodías. Por lo general se le ve con su semblante un tanto serio y mirando fijamente a su público. Ella reside en Plan del Pino, de Ciudad Delgado.

“Peluche”

Sebastián El Peluche. Foto: EDH / Walu Hernández

Sebastián Isaías Castro es el nombre verdadero de este reconocido bailarín. A sus 55 años se ha convertido en una de las figuras más emblemáticas del lugar. Peluche, como es conocido, es un vendedor de frutas de la zona. Todas las tardes deja a un lado su mercancía para danzar. “Recuerdo que desde los once años comencé a bailar. Me gusta la música tropical, sobre todo la antigua”, expresa Sebastián. Según él, lo que más necesita en estos momentos son unas láminas para arreglar su casa.

Lucy Callejas

Lucy Callejas. Foto: EDH / Walu Hernández

Ella es una de las bailarinas pertenecientes al Combo Libertad. A pesar de sus problemas personales, ella siempre se muestra alegre y entusiasta, con la esperanza de que vendrán días mejores. Unos meses atrás se quedó sin empleo, desde entonces se dedica a bailar en el parque capitalino.

“Vengo al parque todos los días a las 2:00 p.m. Me gusta bailar de todo”, reitera Lucy, de 50 años y residente de la Colonia San José, en Soyapango.

Keiry

Keiry. Foto: EDH / Walu Hernández

Keiry, cuyo nombre de pila es Máximo Márquez, viaja todos los jueves desde Morazán a la plaza capitalina para entretener al público con sus sensuales movimientos. Este simpático personaje es prácticamente nuevo en el lugar, ya que apenas tiene dos meses de concurrirlo.

Luciendo perfectamente maquillada, con una larga peluca y con su vestuario llamativo, Keiry no solo se entretiene bailando, sino también se gana el sustento diario. Recientemente celebró su cumpleaños número 37; en esa ocasión sus amigos del parque la felicitaron y le expresaron su cariño.

“Me regreso a Morazán los lunes. En cada visita a San Salvador debo recoger por lo menos los 15 dólares de los pasajes”, comenta Keiry.