La economista Tatiana Marroquín explicó que hay falta de solidez en las declaraciones vertidas por el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, con relación a que El Salvador aún tiene margen de endeudamiento basándose en un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 7.9%.
El titular del ramo aseguró este martes en la Asamblea que el nivel de deuda del país no llega al 90% como lo han asegurado otros analistas económicos.
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Basándose en una reducción de la deuda del 82.6% al 31 de marzo de 2021, Zelaya pidió a la Asamblea que le aprobaran el martes pasado $800 millones en nuevos préstamos y que autorizaran y ratificaran otros $780 millones en créditos pendientes desde la anterior legislatura.
En total son $1,580 millones de los que podrá disponer el gobierno haciendo la suma de todos los préstamos que fueron aprobados la noche del martes pasado y los que entraron a estudio de las comisiones, dado que estos pasarán sin mayor trámite y discusión al tener el partido oficialista el control de la Asamblea con la mayoría calificada.
De los $780 millones, $310 millones son para apalancar la brecha presupuestaria del Gasto de la Nación de 2021, el cual de por sí ya lleva un aumento de $1,027 millones en comparación con el de 2020.
La situación es compleja, según narró Marroquín a El Diario de Hoy. Primero, porque la suposición de que el PIB crecerá en 7.9% no tiene sustento fuerte, es una evaluación “superficial” que no consideró otras variables como la liquidez y el déficit fiscal, entre otros aspectos.
“Me parece que el ministro de Hacienda está haciendo un análisis superficial, eso es algo incorrecto. Las calificadoras de riesgo analizan liquidez, el déficit fiscal y otras variables que dan una idea más fuerte de la capacidad de pago. Al momento de hacer un análisis serio de un país, no se hace solo con ese ratio (rentabilidad y nivel de inversiones)”, afirmó Marroquín.
Agrega que el Portal de Transparencia del Ministerio de Hacienda revela que efectivamente el nivel de deuda es menor al de diciembre de 2020, que ha bajado a un 82%, pero no es porque la deuda se haya reducido, al contrario, subió en $300 millones más, lo que pasa es que el gobierno ha previsto que el PIB crecerá en 7.9%.
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“Están asumiendo que el país va a crecer el 7.9% porque están ocupando un PIB a diciembre, porque es imposible que entre diciembre a marzo haya crecido en 7.9%, ya de por sí es cuestionable que creciera eso de aquí a diciembre. Por eso la deuda se ve más pequeña en relación al PIB, pero no es que la deuda baje, al contrario, está subiendo”, analizó Marroquín.
Hay otros factores que develan que El Salvador no está pasando por sus mejores momentos en el área económica, y es el hecho de que Hacienda haya tenido que recurrir a la colocación de deuda de corto plazo como Letes y Cetes, aclara la experta.
A esto se añade la nueva deuda adquirida la noche del martes por $780 millones, que si bien son créditos que se comenzarán a pagar hasta dentro de 5 años, al llegar a ese lapso el gobierno deberá enfrentar el pago de eurobonos por $900 millones anuales que pondrán una presión muy fuerte a las finanzas del Estado.
“De 2024 en adelante la presión fiscal que hay que pagar capital no solo intereses será muy fuerte y no veo luces del nuevo gobierno que se esté ordenando en función de lo que va a pasar en 4 años”, valoró Marroquín.
Además, del dinero aprobado el martes, la Asamblea destinó $310 millones para apuntalar el presupuesto de 2021, lo que implica más gasto corriente que inversión para hacer crecer la economía como aseguró Zelaya, que las nuevas deudas servirán para frenar el decrecimiento económico agravado aún más por la pandemia.
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“De la deuda que se aprobó el martes un poco más de $300 millones iban para el Presupuesto General de la Nación, que van para cubrir funcionamiento del Estado en su mayoría, eso sería cuestionable en cuanto para donde se está utilizando, si es para gasto corriente, sería cuestionable, si este endeudamiento no está sirviendo para crecimiento económico”, aseguró Marroquín.
Los diputados de oposición pidieron la noche del martes que les permitan fiscalizar al menos dónde se gastarán los millonarios montos avalados ese día. El monto a aprobar solicitado por Hacienda equivale a una quinta parte del Presupuesto de la nación para este año, de acuerdo a las estimaciones.