Lorena Elizabeth Delgado Guillén cumplirá el viernes tres meses de haber fallecido tras intentar llegar a Estados Unidos; sin embargo, su madre, en El Salvador, no ha logrado sepultar el cuerpo de la joven porque no ha sido repatriada, aparentemente, por la falta del dictamen forense de su deceso, según lo poco que le han contado familiares que siguen de cerca el caso en el país norteamericano.
Amparo Guillén expresó que tienen lista la funeraria que trasladará el cuerpo hacia el cementerio y el espacio donde será sepultada, en su natal Cabañas.
Amigos y familiares también reunieron, a través de donaciones, el dinero que deben de cancelar para la repatriación de la joven.
Todo está listo para recibir los restos de la joven, que salió de El Salvador el 10 de enero.
El Diario de Hoy hizo una publicación la semana pasada sobre la situación que vive la familia, que tiene las esperanzas de darle cristiana sepultura lo antes posible.
Pero hasta el momento no han recibido noticias sobre el proceso de repatriación; tampoco las autoridades salvadoreñas se han comunicado con ella para ayudarle.
Doña Amparo dejó entrever, este martes vía telefónica, que no sabe a quién acudir en El Salvador; pero no pierde las esperanzas de tener el cuerpo de su hija, que era la segunda de tres hijos.
Cuando se enteró de la muerte de la joven, doña Amparo relató que llamó en un par de ocasiones a Migración, en El Salvador, pero no obtuvo respuesta positiva. Luego perdió el número telefónico y dejó de insistir para que le brindaran ayuda.
“Nadie me ha llamado, ni nadie me ha dicho nada tampoco. Esperamos en Dios que pronto tengamos una buena noticia. No es fácil esta pesadilla (que lleva) para tres meses ya. Imagínese ya tanto tiempo, yo no sé por qué tanto se han esperado”, expresó este martes la madre.
La salvadoreña era la segunda ocasión que intentaba llegar a Estados Unidos en menos de cuatro meses, según relatos de la familia.
En noviembre del año pasado había partido hacia dicho país; pero fue detenida en México y devuelta a El Salvador el 10 de diciembre.
Justo un mes después emprendió de nuevo el viaje. El 9 de febrero le envió mensajes de voz a su madre a través de una aplicación. Le dijo que “no me preocupara que esa noche iban a salir. El 12 (de febrero) ella solo escribió y me dijo que me quería mucho, de ahí para allá, no supimos nada de ella”.
Dos días después, aparentemente, la joven ya no podía continuar caminando cuando ya se encontraban en San Antonio, Texas.
Personas que la acompañaban le colocaron, presuntamente aún con vida, una manta, la dejaron sobre la carretera y continuaron su marcha. Ese día nevaba por lo que la situación para la joven se complicó, dándola por muerta tiempo después.
“Todo, todo, ya está listo. Esto ya no se aguanta; eso (la repatriación) es lo que nosotros esperamos”, finalizó la angustiada madre.