El expresidente de EE.UU. Barack Obama y la ex primera dama Michelle lamentaron el sábado la muerte de Bo, un perro de agua portugués que acompañó a la familia desde sus años en la Casa Blanca y que se convirtió en uno de los caninos más queridos del país.
Con tristeza, informaron a través de las redes sociales que su mascota falleció de cáncer. Tras su partida, la pareja rindió un tributo a Bo a su "gentil y constante presencia".
Obama prometió a sus dos hijas Malia y Sasha que podrían tener un perro tras su victoria electoral en 2008 y así fue como Bo se unió a la familia.

"Nuestra familia perdió a un verdadero amigo y fiel compañero. Durante más de una década, Bo fue una presencia constante y gentil en nuestras vidas, feliz de vernos en nuestros días buenos, nuestros días malos y todos los días", publicó en Twitter el exmandatario, con fotos en las que muestra diversos momentos que compartió con el animal.
Una de esas imágenes muestra a Bo corriendo con el expresidente dentro de la Casa Blanca y otra retrata al perro sentado mientras se deja acariciar por varios niños.

Bo, un perro de agua portugués blanco y negro, fue un regalo del senador Edward Kennedy a la familia Obama. Llegó a la Casa Blanca en 2009 como un cachorro de seis meses y, enseguida, se convirtió en una fascinación para todo EE.UU.
Niños de todo el país llegaron a escribir cartas a la mascota e incluso protagonizó un cuento infantil titulado: "Bo, America's Commander in Leash" ("Bo", el comandante con correa de EE.UU.), en referencia al rango de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de EE.UU. que ejerce el presidente. Ese libro fue escrito por Naren Aryal e ilustrado por Danny Moore.
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En 2013, Michelle decidió que Bo necesitaba interactuar con más perros y Sunny, otro perro de agua portugués, se unió a la familia.

El can aparecía regularmente en los actos de la Casa Blanca, se reunió con el Papa, visitó a niños en el hospital y voló en el avión presidencial Air Force One.
"Como familia, echaremos mucho de menos a Bo", dijo la exprimera dama Michelle Obama en un mensaje que posteó en su Instagram en nombre de la familia.
Aunque expresó tristeza, dio las gracias por la "vida alegre" que pudo disfrutar el perro con "juegos", "caricias" y "tardes tumbado en el sofá".

"También sabemos -añadió Michelle- que no somos los únicos que queríamos a Bo y damos las gracias por el amor que todos ustedes le mostraron durante los años. Por favor, abracen un poquito más fuerte a los miembros peludos de su familia esta noche y acaricien su barriguita de nuestra parte".
En la historia de EE.UU., la mayoría de las familias presidenciales han contado con la compañía de una mascota en la Casa Blanca.
El actual mandatario, Joe Biden, tiene dos pastores alemanes, Major y Champ, y ha expresado su intención de adoptar a una gata pronto.
La familia de George W. Bush (2001-2009) convivió con tres canes y una gata, llamada "India" pero que también respondía al nombre de "Willie".
Otro gato famoso fue "Socks" (Calcetines), de pelo blanco y negro, y que fue una de las estrellas de la Casa Blanca de Bill Clinton (1993-2001), quien también tuvo un compañero canino, un labrador llamado "Buddy".
Donald Trump (2017-2021) fue la excepción y se convirtió en el primer presidente en un siglo que no tenía perro.