“Estados Unidos también debería revocar las visas estadounidenses de aquellos en la legislatura y la policía nacional que orquestaron los eventos del sábado por la noche. Instamos a la Organización de los Estados Americanos a revisar urgentemente si las acciones del Congreso de El Salvador han violado las obligaciones del país bajo la Carta Democrática Interamericana”, dijeron a través de un comunicado Gregory W. Meeks, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, y Albio Sires, presidente del Subcomité de Seguridad Civil del Hemisferio Occidental , Migración y Política Económica Internacional, con respecto a los acontecimientos políticos suscitados en El Salvador el sábado pasado.
Para los funcionarios, el abuso de poder que está imponiendo el presidente Nayib Bukele merece una respuesta firme. “Estados Unidos debe retener y reevaluar de inmediato su asistencia a las instituciones del sector judicial salvadoreño. La administración responsable de los recursos de los contribuyentes estadounidenses requiere una evaluación objetiva de si estas personas recién instaladas, incluido el nuevo fiscal general, planean impartir justicia igualitaria bajo la ley salvadoreña o promover los intereses estrechos del presidente y sus aliados”.
Asimismo catalogaron como un golpe brutal a la democracia de El Salvador, las destituciones de los magistrados de la Sala de lo Constitucional. En cuanto a la destitución del Fiscal General señalan que dañó gravemente la integridad e independencia del sistema de justicia; ya que había estado investigando actos de corrupción cometidos por funcionarios gubernamentales pasados ??y actuales.
A juicio de los congresistas estadounidenses “en una noche, el presidente Bukele borró efectivamente la separación de poderes y la independencia del poder judicial, condiciones de las que depende una democracia funcional”.
Con 64 votos a favor, 19 en contra y uno ausente, los diputados oficialistas de la nueva Asamblea Legislativa aprobaron la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, por medio de una solicitud con dispensa de trámite, es decir, sin ser discutida en las comisiones.
La solicitud inicial fue propuesta por la diputada de Nuevas Ideas, Suecy Callejas, quien también fue electa como vicepresidenta del Órgano Legislativo.
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Luego de la votación para lograr la destitución, los diputados se tomaron cinco minutos para “evaluar” los perfiles de los candidatos que conformarán las nuevas magistraturas de la Sala.
Durante los casi dos años de gobierno, esta Sala de la Corte Suprema de Justicia ha sido uno de los filtros para detener los abusos de poder del gobierno de Nayib Bukele.
Entre otras, la Sala prohibió utilizar militares y policías para intimidar a los diputados opositores, impidió hacer capturas arbitrarias durante la cuarentena domiciliar y ha exigido que se cumpla los procesos de formación de ley a fin de evitar piezas no discutidas o extralimitación de poderes.
La iniciativa de Nuevas Ideas justifica la intención de remover a los magistrados “ante las múltiples sentencias antipopulares”. De concretarse, se avanzaría aún más hacia el control del tercer órgano de Estado por parte del oficialismo, que ya tiene la Presidencia y el Legislativo.