Eduardo Yáñez se mostró muy conmovido al hablar y recordar a su madre María Eugenia Luévano, quien falleció hace un año (febrero de 2020). De igual forma, habló de su niñez junto a su “Bonita”, como le decía de cariño, así como lo difícil que ha sido vivir sin su presencia física.
Yáñez mencionó, durante el programa mexicano de “Montse & Joe”, que cuando era niño vivió en una colonia cercana al aeropuerto de la Ciudad de México y que para ayudar a su mamá decidió vender gelatinas.
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“Yo vendía (gelatinas), estábamos chavos y ahí en el barrio, en la colonia Pensador mexicano. Las primeras eran a las 7:00 de la mañana, una señora las hacía y éramos un grupo de cinco chavos, cada quien agarraba su tanda, ibas y las vendías, regresabas y con ese dinero te daban las paletas de 11:00 de la mañana a 1:00 de la tarde”, detalló.
Además, aseguró que desde chico fue muy trabajador, pues le quería ayudar a su mamá, ya que veía los momentos complicados que pasaba.
“Desde chico quise ayudar a mi mamá porque veía las chingas que se ponía. Mi mamá fue celadora de Lecumberri, mi abuela la metió ahí a trabajar, pero mi mamá subió rapidísimo, se hizo capitana y mi abuela se quedó de cabo, ella metió a mi mamá a trabajar”, comentó.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando la presentadora Montserrat Oliver le llevó una foto junto a su mamá, el protagonista de telenovelas como “Amores verdaderos” y “Destilando amor” no pudo contener sus lágrimas.
“Nunca están viejitas, porque a pesar del tiempo y a pesar de todo, tú sigues siendo lo más importante para ellas, y nunca son débiles para defenderte y para ayudarte, para darte un buen consejo”, dijo con voz entrecortada cuando le preguntaron si la extrañaba.