Las remesas se redujeron en 55 municipios, aunque hubo un incremento general del 20 %
El panorama plantea un cambio en la distribución de las remesas
Al menos 55 municipios en El Salvador no recibieron este septiembre el promedio habitual en remesas recibidos en los últimos dos años. Pese a que el país muestra un incremento del 20 % frente a septiembre del año pasado y, 0.7 % de enero a septiembre.
El Diario de Hoy evaluó el impacto en la baja de las remesas en El Salvador en el segundo trimestre de este año y, aunque hay un incremento en el tercer trimestre, la distribución de las remesas no es la misma.
Son 55 municipios los que recibieron menos remesas este septiembre. El municipio con el porcentaje de disminución más alto es Santa María Ostuma en La Paz, con 43.75 % menos en remesas. El resto de municipios muestra una caída que va desde el 1.9 % hasta 29.27 %.
“La mayor parte de los municipios crecieron con el total, pero hay una minoría que decreció y otra minoría que aumentó muy fuertemente”, explicó el economista Manuel Hinds.
Y es que el nuevo panorama de las remesas también muestra otra cara: hay un aumento de remesas en algunos municipios como California en Usulután y Cinquera en Cabañas.
En California, el promedio mensual de remesas en septiembre de 2019 fue de $190,000. Mientras que este septiembre es de $470,000. Lo mismo ocurre con Cinquera, que hace un año recibía $90,000 cada mes y hoy recibe el doble.
“Sería interesante analizar si hay algún factor que ha hecho que haya una diferencia tan grande en la distribución. Por ejemplo, diferente destino geográfico de los migrantes o si los migrantes se dedican hoy a otras ocupaciones”, agregó Hinds.
Caída en las remesas en mayo
La economía de los salvadoreños sufrió un fuerte revés en los meses de abril, mayo y junio de este año, cuando el paro de operaciones y el cierre de empresas a causa de la inestabilidad en las fechas de apertura económica acabó en suspensión de contratos o despidos.
Pero no solo el desempleo afectó la economía familiar en El Salvador; las remesas, pilar imprescindible en la economía micro y macro, tuvieron un descenso del 18% luego de las medidas de confinamiento en varias partes de Estados Unidos, principal país de origen de las remesas. A partir de junio, el promedio mensual de remesas empezó a subir.
Los datos del Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR) muestran que el promedio mensual de remesas pasó de $429.2 y $458.6 millones en 2018 y 2019, a $552.5 este año. Y es que solo en septiembre, las remesas crecieron 20.4 % respecto al mismo periodo del año pasado. Mientras que al comparar de enero a septiembre de este año con el mismo periodo del año pasado, el crecimiento es del 0.7 %.
Aunque hay un incremento en las remesas a nivel general, hay un 20 % de los municipios han recibido menos remesas que los años anteriores.
El BCR confirma la reducción, pero bajo el cálculo a nivel departamental. “En ocho de los catorce departamentos de El Salvador se registró un flujo superior de remesas frente al 2019, siendo San Salvador (8.3%), La Paz (5.9%) y Sonsonate (5.4%) los que tuvieron las mayores variaciones al alza; en el otro extremo, los departamentos de Morazán (-6.4%), La Unión (-3.8%) y San Vicente (-2.1%) recibieron menores montos”, expone en su última publicación.
Santa María Ostuma, en La Paz, tiene una población de 6,300 habitantes, según proyecciones de la Digestyc. Este municipio muestra la reducción más grande en remesas.
En septiembre del año pasado recibió $160,000. En septiembre de este año cayó a $90,000.
Santa María Ostuma, al igual que el resto de municipios con reducción en remesas, pertenece en su mayoría al oriente del país.
“Más del 40% del ingreso de remesas llega a la zona oriental, la zona más pobre de El Salvador. Las remesas tienen mayor poder de distribución de los ingresos que cualquier plan económico que se haya implementado en El Salvador”, explicó César Ríos, director del Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami).
Y es que el ingreso de las remesas anuales en El Salvador es comparable incluso a las importaciones. Por ello, su efecto es percibido también a nivel macroeconómico.
Para la economista Stefanie Hernández, las remesas sirven para aminorar el déficit comercial de un país. Asimismo, ayudan a los gobiernos a recaudar más impuestos debido al incremento en el consumo. Mientras que a nivel microeconómico, la reducción afecta de manera directa a las familias que las reciben. “En el caso de los municipios como Santa María Ostuma, que redujeron el ingreso de las remesas, se podría esperar una reducción en la calidad de vida como la alimentación, la vivienda, etc”.
De los 55 municipios con reducción de remesas familiares, la mayoría pertenece a los departamentos de Morazán y San Vicente.
Periodista: Karla Arévalo
Editora: Lilian Martínez