La decisiones sobre Bilbao, Múnich y Dublín como sedes de la próxima Eurocopa es uno de los puntos principales de la Agenda de la reunión del Comité Ejecutivo de la UEFA el próximo lunes 19 en la localidad suiza de Montreux.
Después de que San Petesburgo, Budapest, Baku, Amsterdam, Bucarest, Copenhague, Glasgow, Londres y Roma confirmaran la presencia de público en los partidos que albergarán, con distintos porcentajes y posibilidad de ampliarlos en la fecha en la que se jueguen, falta por conocer la decisión final sobre esas tres sedes.
La Federación Española (RFEF), a través de su presidente, Luis Rubiales, reconoció que Bilbao tiene problemas y que como alternativa para que haya una sede en España el Estadio La Cartuja de Sevilla sería un lugar magnífico, aunque la decisión corresponde a la UEFA.
El Ayuntamiento de la capital vizcaína sostuvo que sigue trabajando para que Bilbao se mantenga entre las ciudades anfitrionas, después de haber anunciado la posibilidad de que asistieran a los partidos cerca de 14.000 espectadores a los partidos, siempre que haya una tasa de incidencia acumulada en 14 días de la covid-19 inferior a 40 casos por 100.000 habitantes y que la inmunidad de la población llegue al 60%.
Lo mismo sucede con las otras sedes, la alemana Múnich y la irlandesa Dublín, que también están emproblemadas con la pandemia y con las medidas gubernamentales con ingresos de equipos extranjeros y aficionados en los estadios, por lo que peligra sus candidaturas.
Cuando la UEFA seleccionó las ciudades anfitrionas del torneo descartó los proyectos der Minsk, Sofía, Skopje, Jerusalén, Estocolmo y Cardiff y posteriormente el de Bruselas que había sido elegido en un principio.
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