Este jueves arranca la primera etapa o “ventana” hacia el Mundial de Baloncesto Masculino, que se disputará dentro de dos años en Indonesia, Filipinas y Japón, y, aunque la ruta parece enorme y el sueño demasiado lejano, la selección nacional buscará avanzar lo más posible para hacer historia.
Nunca ha ido a un Mundial la selección mayor, pero, de la mano del entrenador Ray Santana y de su equipo técnico, pretende continuar con un avance en el deporte de las cestas después de que este estuvo estancado por varios años.
El torneo arrancará este jueves y finalizará el próximo lunes con un formato de todos contra todos, en el que participan cinco selecciones que sueñan con uno de los tres boletos a la siguiente etapa. Se trata de Nicaragua, Costa Rica, Guyana, Jamaica y El Salvador.
El gigante de 2.16 metros que estuvo en los Lakers se suma a la Selecta de baloncesto
Abrirán las hostilidades ticos y jamaiquinos, mientras que los cuscatlecos verán actividad hasta la segunda jornada, es decir, mañana viernes, en el segundo partido (habrá dos por día, en dos horarios, 4:00 y 7:00 p.m. y siempre cierra El Salvador).
Para el actual formato y desde 2019, el anfitrión tiene una plaza, en este caso, son tres las sedes y los tres tienen el boleto asegurado. Además, habrá 7 plazas para Fiba Américas (Norte, Centro, Sudamérica y el Caribe), 5 para Oceanía, 12 para Europa y 5 para África.
En el lado americano, 16 equipos competirán por esas 7 plazas, pero, para llegar a estar en el clasificatorio, hay que sortear una serie de pasos previos. Justo ahí es donde está ahora El Salvador, en el preclasificatorio.
El formato de baloncesto se modificó en 2019, y está tratando de acoplarse a un sistema parecido al del fútbol, con partidos de ida y vuelta. Países como República Dominicana o Cuba (en la rama masculina, en la femenina aún se sigue el sistema previo), ya estaban en ese proceso cuando se paralizó el mundo por la pandemia.
Otros, como los que competirán en el grupo B (sede El Salvador) en esta ocasión, solicitaron competir bajo un sistema de una única sede. Esto debido a la pandemia, pero también a lo que implica en cuanto a costos económicos sostener series a ida y vuelta, y toda la logística de transporte, protocolos de COVID-19, etc.
Los tres mejores equipos de este preclasificatorio avanzarán a jugar contra un equipo de Sudamérica a un nuevo grupo. Además, habrá otros cuatro equipos (los últimos 4 equipos del AmeriCup anterior). Esos ocho equipos hacen 2 grupos en los que jugarán cruzados para la próxima ventana, de la que El Salvador, si clasifica, ya ha pedido la sede también. Después de ello, todavía tendrá que jugar otro torneo para aspirar a un cupo hacia el Mundial, por lo que la ruta es enorme, y dura aproximadamente dos años en competición.
Ya a nivel mundial, 80 naciones competirán en los clasificatorios por regiones durante 15 meses y a través de 6 ventanas (o fechas FIBA) para definir a 29 clasificados (que se sumarán a los 3 anfitriones) para un total de 32 países en el Mundial.
Para esta primera etapa a disputarse en el país, uno de los equipos favoritos es Nicaragua, ya que cuenta con el novato del año de la NCAA división 1 (baloncesto universitario de Estados Unidos) Norchad Omier, quien, con sus 2.01 metros y 104 kilos de peso, es la esperanza en su país para ser el líder del equipo, según reportes de Prensa Latina y La Prensa, ambos medios de esa nación.
Este último añade que estarán varios conocidos en El Salvador para este evento, tales como el veterano Bartel López (2.13) o el puertorriqueño nacionalizado nicaragüense Jared Ruiz. Ambos han jugado en la Liga Mayor Nacional con destacadas actuaciones. El segundo, incluso ha sido campeón recientemente.
Por su parte, el equipo salvadoreño se reforzó con la llegada de Ronnie Aguilar, nacido en Los Ángeles pero con sangre salvadoreña en sus venas, y quien ya formó parte de la selección en dos procesos pasados. Aguilar, de 2.16 metros, es clave en el tema de los rebotes y bloqueos, sobre todo ante selecciones que, por biotipo, están formadas por jugadores más altos que los nacionales.
Desde hoy, comienza una larga ruta hacia el Mundial, y el sueño de seguir mejorando en el baloncesto en la región. El evento se realizará bajo un estricto control de protocolos, con tres revisiones de pruebas PCR, antes del evento, durante y al final (para equipos), y al escenario sólo podrá ingresar el 30% del aforo del Gimnasio Nacional. Los precios serán de $3, 5 y 10 por día.