Antes de irse como ministro de Agricultura y Ganadería, Pablo Anliker aprobó aplicar una “tarifa agropecuaria” de $3.50 a cada pasajero que ingrese a través del Aeropuerto Internacional de El Salvador, una medida que la Asociación Salvadoreña de Representantes de Líneas Aéreas (ASLA) y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) piden reconsiderar pues asegura que desincentivará los viajes al país.
La tarifa está vigente desde el 19 de marzo cuando la medida fue publicada en el Diario Oficial y según el documento será cobrado para financiar los servicios de administración y operación de inspecciones caninas así como para el tratamiento de los desechos sólidos internacionales con el fin de detectar plagas u otras enfermedades fitosanitarias como la peste porcina africana.
La medida fue acordada el 16 de diciembre entre el MAG y el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) mediante un convenio.
En este se estableció, además, que esta institución regional será la encargada de cobrar, captar y administrar la cuenta bancaria específica para esta tarifa y además se le dará el 10 % de los ingresos brutos que sean percibidos por este nueva tarifa.
“Las unidades caninas son, hoy en día, una herramienta indispensable de los servicios nacionales de cuarentena en los países desarrollados. Los perros detectan olores de frutas, semillas, cárnicos, derivados de la carne, lácteos, entre otros que podrían ser vías para el transporte de plagas y enfermedades de origen vegetal y animal. Las capacidades de detección de mercancías de riesgo sanitario en equipaje tienen más del 95% de certeza”, indicó el comunicado oficial del MAG en esa fecha.
Según confirmó el director ejecutivo de OIRSA, Efraín Medina, a través de esta tarifa El Salvador tenrá su propia unidad canina entrenada en México que detectarán enfermedades fitosanitarias que ingresan en los paquetes de los pasajeros.
Medina confirmó que esta tarifa también se cobra en otros aeropuertos de la región y se hace con el fin de detectar plagas que están afectando a toda la región.
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Sector aéreo rechaza la medida
Las asociaciones aéreas reconocieron la importancia de tener una mayor seguridad fitosanitaria y la necesidad de salvaguardar la sanidad animal y vegetal para evitar el ingreso de plagas, pero achacaron que no tuvieron acceso a la evaluación de riesgo y a los cálculos que sustentan el monto.
Para el caso y de acuerdo a las estimaciones que las aerolíneas han hecho con este cobro, el país tendría un ingreso anual por el orden de los $3 a $4 millones anuales. “Se estima que este ingreso superará el costo real de los servicios comprendidos en dicha tarifa e, incluso, la recaudación anual de otras entidades gubernamentales asociadas al sector”, señalaron las aerolíneas.
Las asociaciones aéreas señalaron esta nueva tarifa no solo encarecerá el costo de viajar a El Salvador, sino que además desincentivará los viajes aéreos.
“IATA y ASLA subrayan el momento inoportuno en la coyuntura de la pandemia COVID-19 para establecer este cobro, que representa el 10% de todos los cargos y tasas aeroportuarias incluidos en el boleto aéreo, lo que encarecerá el costo de viajar a El Salvador y desincentivará los viajes aéreos”, señala el comunicado de las gremiales aéreas.
Medina dijo que los costos se han determinado con base a la experiencia de otros países de la región. “Los costos son razonables”, señaló al tiempo que dijo que no creía que esta tarifa fuera a afectar el flujo de pasajeros que ingresan al país por la terminal aérea.
MAG está endeudada
La nueva tarifa aprobada por Anliker se conoce después que saliera a la luz pública el reclamo de la empresa mexican Integradora de Productores del Estado de México (IPEM) que ha advertido al MAG con iniciar un arbitraje internacional si no le paga $9 millones que le debe por haberle provisto de alimentos como atún, leche en polvo, café, arroz y frijol, entre otros.
El MAG también tiene pendiente una investigación de la Fiscalía General de la República y otra de la Corte de Cuentas de la República por irregularidades durante la compra de los alimentos que se han utilizado para los paquetes alimenticios entregados para paliar la crisis de la pandemia.
Pablo Anliker fue removido de su cargo como ministro la semana pasada sin que hasta ahora se conozcan los motivos por los que el presidente Bukele lo quitó el cargo.
Sin embargo Anliker seguirá trabajando en el MAG, según confirmó el mismo en su cuenta de Twitter. Fuentes del sector agrícola aseguran que Anliker seguirá como viceministro.