Alta Gracia González, de 66 años, y Fernando Ramos de 82 años, aprovechan cada año la cosecha del marañón para venderlos, todo el dinero que tienen producto de la venta lo van ahorrando para la compra del agua.
La pareja vive en un ranchito de láminas y plásticos a orillas de la carretera El Litoral, en el sector conocido como El Nancito, en la jurisdicción de Intipucá, en el departamento de La Unión.
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En el rancho no cuentan con los servicios básicos como energía y agua; el techo de lámina y plástico está dañado, en las primeras lluvias de este año el agua se les filtró mojándose la hamaca donde duerme Alta Gracia.
Intipucá es uno de los municipios en el departamento de La Unión, donde se da la mayor producción del fruto; la temporada se da entre marzo y abril, son muchas las familias de escasos recursos económicos que aprovechan la producción y salen a venderlos a orillas de la carretera El Litoral.
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Alta Gracia, dice que sus mejores meses para ganar dinero es cuando está la cosecha del marañón, todo el fruto lo recolectan de la parcela donde tienen su ranchito, “Tengo muchos clientes que me quieren y pasan comprando hasta por 5 dólares, y todo ese dinerito que hacemos lo vamos guardando para comprar la agüita que gastamos en la casa”.
González, todos los días se instala a orillas de la carretera frente a su ranchito, saca una mesita donde pone los pequeños huacales con el marañón, y una silla donde permanece sentada esperando a sus clientes. Mientras que su esposo está en labores de agricultura.
Fernando Ramos, dice que en el verano es cuando más agua compran, cada seis días gasta $21 dólares en tres barriles, “Son 21 dólares que estamos gastando cada 6 días en la compra de agua para lavar ropa, tomar, y cocinar; tenemos años de vivir en esta situación de pobreza”, agregó.
“Hay clientes que nos quieren mucho y nos pasan dejando víveres, o algún dinero, ese es el único apoyo que tenemos”, agregó Ramos.
La familia González Ramos, sobreviven de la agricultura del maíz, ambos se van a trabajar la tierra en unas parcelas que tienen en la misma zona. Lo que cosechan es para el consumo en el hogar, pero cuando hay necesidades venden los quintales o sacos de maíz.