Lo tiene claro. El seleccionado salvadoreño Jaime Alas mira su futuro. El de su familia. Y sabe que el fútbol no es eterno. Por eso, decidió arriesgar y comenzar un nuevo camino como emprendedor, sin dejar de lado el deporte. Un rol difícil, pero por el que ahora apuesta el volante.
Alas optó así por tener su propio negocio. El volante de los Rojos del Municipal sacará adelante una barbería y lo hará en Guatemala, donde reside y país donde fue nacionalizado. Sin embargo, tampoco deja de lado, “en un futuro”, ampliar la cadena y trasladar un local al país: “En El Salvador, quisiera abrir una”, afirmó a CANCHA.
El negocio llamado “Barber Shop Jaime Alas” está próximo a ser inaugurado, para comenzar a trabajar. El mediocampista contó que el “20 de abril” iniciará sus funciones. “El negocio se ubica en Zona 16, cerca de mi casa”, en suelo chapín, detalló.
Sobre cómo nació la idea y tomó la decisión, el seleccionado salvadoreño relató que fue un impulso que recibió de un amigo, para poner manos a la obra y echar a andar la idea. El consejo fue positivo y ahora todo está listo para salir a la luz en un par de días.
“La idea fue propia, pues yo siempre me imaginé tener un negocio. Entonces, un amigo me aconsejó que la barbería es buen negocio acá, en Guatemala, y él me ayudó y me guió a emprender el negocio”, manifestó Alas.
Al ser preguntado sobre cómo tomó el riesgo, sobre todo por el tema de la pandemia del Covid19, en el que es difícil sacar adelante los negocios, el jugador no lo vio como un freno, al contrario, sino como la forma de hacerle frente a la vida. Una madurez para el chero, como lo conocen en Guate.
“Uno siempre se tiene que arriesgar, en todo momento (de la vida). Sabemos que lo de la pandemia no se sabe cuándo terminará, y no puedo quedarme con los brazos cruzados esperando”, sostuvo.
“El apoyo de mi esposa me ayudó a ser valiente y a afrontar este nuevo reto”, complementó.
Poner adelante su propia marca será ahora un sello que hará una diferencia para el jugador nacional. Espera así que el camino sea más amplio y tenga la llave para “abrir puertas” y crecer como barbería y, además, económicamente.
“Es un negocio que, primeramente Dios, (espero) me abra las puertas más adelante en aperturar más barberías. Sé que es mi propia marca, y espero en Dios que me vaya bien”, expresó.
Alas no dudó en agregar qué siente por este proyecto tan personal, y que lo alienta a seguir adelante en la vida como hombre, jugador, esposo y padre de familia. Sin duda, un profesional del fútbol y de la vida, que sabe lo que quiere y lo que busca.
“Me inspira a tener algo propio. Sabemos que la carrera del futbolista es corta y se acaba. Quisiera tener mis propios ingresos, y pensar a futuro siempre”, cerró. Un ejemplo de emprendedor.