La misa de Domingo de Resurrección, celebrada en la Catedral Metropolitana de San Salvador y las distintas parroquias del país, fue un oasis para los fieles católicos que en medio de esta pandemia llegaron con sus corazones afligidos ante la pérdida de seres queridos, sea en las garras del virus o víctimas de la violencia.
Este 4 de abril, el ¡Aleluya Jesús ha resucitado! renovó la fe en muchos y les dio la fuerza para continuar, para sobreponerse al agobio.
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El Papa Francisco, en Roma, durante su mensaje de Pascua de Resurrección advirtió que “¡Todavía hay demasiadas guerras y demasiada violencia en el mundo!”, ante lo cual rezó para “que el Señor, que es nuestra paz, nos ayude a vencer la mentalidad de la guerra”; para que los prisioneros de conflictos puedan volver sanos y salvos con sus familias y que inspire a los líderes de todo el mundo a frenar la carrera armamentista.

Foto EDH/ Francisco Rubio
Acá, en la Catedral, ubicada en el centro de la capital, coincidieron personas provenientes de municipios vecinos, entre ellos Soyapango; muchos hicieron el esfuerzo de participar en la liturgia atendiendo las medidas de bioseguridad exigidas para el ingreso, tal es el caso del uso de la mascarilla, toma de temperatura, distanciamiento físico y uso de alcohol gel.
“Estoy aquí para dar gracias por un día más de estar viva a pesar de esta pandemia”, afirmó Rosario de Santos, de 60 años, quien asistió a la misa de la Pascua celebrada a las 10:30 a.m. en Catedral.

La señora decidió sentarse en una de las gradas tras observar que en la banca que había escogido ya había tres personas.
En esta oportunidad la misa fue breve, pero de forma previa se llevaron a cabo bautizos.
Aunque la asistencia no fue masiva la mayoría de las bancas estuvieron ocupadas, muchas con tres personas, pero en algunos casos se observó hasta 7 miembros de una misma familia.
Varios católicos consultados explicaron que para ellos asistir este día a misa tuvo una gran relevancia.
“Hoy vine a celebrar no cualquier misa, sino la misa de Resurrección del Señor”, enfatizó otra creyente, quien se abstuvo de brindar su nombre.
Ella no fue la única que externó esa visión. Carlos Monge, de 59 años, manifestó que si bien él llega todos los domingos a participar de la Eucaristía, pero “hoy la celebro con más fe debido a que es la fiesta de la Resurrección”.

Foto EDH/ Francisco Rubio
Algunos como Antonio Mejía, de 69 años, aunque no habían podido asistir a las actividades de Semana Santa que se realizaron en forma previa, no estuvieron dispuestos a perder la celebración de cuando Jesús venció a la muerte para redimirnos de los pecados.
Entre otros templos que celebraron la Eucaristía de Resurrección con presencia de feligreses están la Parroquia Nuestra Señora La Asunción de Mejicanos, en donde de igual forma se pudo observar que siguieron todas las medidas para evitar contagios.