Solo horas después de que Gustavo Villatoro fuera nombrado ministro de Seguridad, el cadáver de una adolescente era encontrado en una zona rural del municipio de Tejutepeque, departamento de Cabañas. Ella era Katherin Andrea Hernández, de 15 años.
Pocas horas después de su nombramiento, Villatoro publicó el siguiente tuit: “Nos lo instruyó nuestro Presidente @nayibbukele. Que todo nuestro personal y recursos sean enfocados para resolver crímenes de Sangre, contra menores y contra Mujeres. A revertir las tasas de impunidad!!!” .
Pero han pasado 10 días desde que Andrea fue encontrada asesinada y las autoridades no han informado sobre captura del supuesto o supuestos responsables de ese crimen, a pesar de Villatoro ha asegurado que se “enfocarían en resolver crímenes de sangre, contra menores y contra mujeres”, tal como lo fue el crimen contra la adolescente.
Por su parte, policías del puesto de Tejutepeque tienen prohibido aportar cualquier dato o hacer pesquisas sobre ese feminicidio, según lo comentó un subinspector, jefe del puesto policial cuando se le consultó sobre ese crimen.
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Sí, tienen prohibido hablar del asunto o hacer averiguaciones sobre el mismo… Eso dijeron. Es orden de la Fiscalía.
Lo único que afirmaron es que el caserío Trilladera del cantón Concepción es un territorio de la Mara Salvatrucha (MS-13) aunque explicaron que en el lugar no hay pandilleros, sino que llegan de Ilobasco.
Esa misma agrupación criminal tiene bien marcada su presencia en el cantón Los Hoyos, del municipio de Ilobasco, donde Andrea vivía con su familia.

Muchas mentiras sobre el caso
Del caso de Andrea, algunos medios de comunicación y redes sociales han dicho varias mentiras que han indignado a los familiares de la joven. La principal es que el cadáver estaba decapitado, lo cual no es cierto. Un familiar muy cercano, que pidió reserva de identidad, afirmó que a la menor la mataron con dos disparos en el rostro.
Andrea sólo cursó primer año de bachillerato en la escuela del cantón Los Hoyos. Este año decidió no estudiar, afirmó el familiar. No estudiaba en Ilobasco, como se ha dicho.
A Ilobasco, al barrio El Calvario, solo iba a recibir clases de baile.
Dos amigas en Tejutepeque
De acuerdo con familiares, Andrea tenía dos amigas en el caserío Trilladera, que pertenece al cantón Concepción, donde la hallaron asesinada el sábado 27.
Los familiares creen que es posible que la adolescente haya ido a visitar a esas dos amigas cuyos nombres no recuerdan puesto que nunca las conocieron en persona.
El 25 de marzo, cuando como a las 7:30 a.m. salió de casa, no dijo a su madrastra a donde iba; su padre estaba trabajando lejos de casa y ella no andaba teléfono porque se le había arruinado.
Recuerdan que Andrea dijo que su primer contacto con ellas había sido por redes sociales, luego se conocieron físicamente en Ilobasco.
Hace como unos cuatro meses, la adolescente pidió permiso para ir a visitar a sus amigas a Trilladera. Una de ellas la llegó a traer a Ilobasco, desde donde se comunicó con familiares vía teléfono; en la llamada hecha desde el teléfono de Andrea, esa persona les pidió confianza, les dijo que ella la llevaría de regreso a Ilobasco. De eso fue hace como unos cuatro meses.
Y en efecto, según los familiares, al siguiente día, la misma persona llamó a uno los familiares para decirles que había llevado a la adolescente y que pronto llegaría a casa. Y así fue.
Después de esa visita, Andrea no volvió donde ellas; al menos no que los familiares lo supieran. De lo que sí están seguros es que un joven, pariente de alguna de esas dos amigas, la pretendía. Los familiares de la adolescente afirman que no saben el nombre de ese joven.
El caserío Trilladera tiene varios accesos. El cuerpo de Andrea apareció cerca de uno de esos accesos, una calle rústica, ubicada próxima al lugar conocido como La Vueltona, sobre la carretera que conecta Tejutepeque con Ilobasco. Por esa calle, a pie, se llega más rápido a Trilladera, un lugar con pocas casas.

“Dejaba de comer por ir a jugar”
Mientras tanto, en Los Hoyos, la adolescente ha dejado buenos recuerdos, como miembro del grupo pastoral juvenil de la Iglesia Católica del lugar y, sobre todo, como delantera central del club deportivo Zamora, en el que jugaba desde hacia unos tres años. Era uno de los pasatiempos favoritos. “Prefería dejar de comer por ir a jugar”, afirman.
El asesinato de Andrea ha causado conmoción en Los Hoyos. Dicen que era una niña dócil y amiga de medio mundo.