"Como a la una de la tarde del domingo nos enteramos, lo que le había pasado, me escribió una señora que yo no conocía, no sé cómo ella hizo pero me escribió por Facebook para decirme que mi hija había muerto, Yo ni lo podía creer", asegura Rosibel Arriaza, madre de Victoria, la sonsonateca que fue asesinada por policías municipales de Tulum, México, el pasado 27 de marzo.
Después de esa trágica noticia, Rosibel dice que su corazón se hizo pequeño, no podía creer lo que estaba viendo en un video, en él reconoció a su hija tirada sobre el suelo y rodeada de policías mientras uno de ellos, una mujer bastante robusta, la sometía de forma brutal en una calle de Tulum, una zona turística del estado de Quintana Roo.
Victoria Salazar ya es un nombre conocido luego de que se viralizara su muerte en redes sociales, a través de un video. En éste se ve claramente la forma en que fue cometido el crimen en la colonia Tumben Kah, en Quintana Roo.
Su muerte, según el examen forense de las autoridades mexicanas dado a conocer ayer, fue producto de la fractura de dos vértebras. Según un testigo del hecho, quien no quiso ser identificado, Victoria se encontraba comprando agua en un Oxxo y terminó en el arresto trágico "Muchos dicen que fueron 4 policías, pero la verdad fueron seis los que participaron, expresa.
¿Qué hacía Victoria en México?
Victoria había emigrado a México con la ilusión de tener un mejor futuro, ya que no creía que podría lograrlo en El Salvador, cuenta su madre.
"Hace 5 años ella me dijo que se quería ir del país y como no contábamos con mucho dinero, por eso ella se fue para México, era para lo que nos alcanzaba", dice Rosibel.
"Ella se fue ilegalmente, pero como al año logró que le dieran una visa humanitaria. Ella hizo el proceso en México para tramitar esta visa, no merecía lo que la paso”, añade la progenitora.
Según el Gobierno de México, una persona extranjera puede acceder a una visa humanitaria si es: “víctima de catástrofe natural o violencia, cuya vida o integridad se encuentre en peligro o bien que ingrese para realizar acciones de auxilio o rescate en situaciones de emergencia en el país o atender a un familiar por encontrarse en estado grave de salud”.
A los dos años de estar en México, Victoria mandó a traer a sus dos hijas, quienes ahora tienen 15 y 16 años, para que estuvieran con ella. "Ya ella tenía un trabajo, ya las podía mantener y es por eso que mandó a traer a sus hijas de forma ilegal para poder hacer los trámites y poder tenerlas con ella bajo la ley, cómo ella hizo", cuenta Rosibel.
La señora recuerda que Victoria se convirtió en madre muy joven. "Ella salió embarazada a los 20 años y sólo había estudiado hasta 9° grado, siempre trabajó para sacar adelante a sus hijas”, describe.
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La salvadoreña tenía 36 años y era una madre y una hija ejemplar que salía adelante, según la define su familia. "Antes de irse, ella vendía ropa, se dedicaba al comercio informal pero la situación estaba mal, el dinero no alcanzaba para cubrir las necesidades, aunque ella se rebuscaba", relata.
Victoria es recordada por su familia como una mujer muy esforzada. "Mi hija era una mujer fuerte, luchadora, como todas las salvadoreñas; siempre había velado por sus hijas. Siempre me escribía por el Facebook y me contaba que tenía trabajo, que le iba bien, que le pagaban por horas y que estaba pensando en comprarse un terreno. El sueño de mi hija era tener una casita propia y darle una vida digna a sus hijas, si ella no hacía ningún mal ¿por qué me la mataron?", se pregunta Rosibel.
Recuerda que habló con su hija el mismo sábado que sucedió el hecho. "Me escribió que ya iba a dar la primera cuota de la compra del lote, estaba muy ilusionada con esa noticia de poder cumplir (su sueño), pagaba mucho de alquiler por algo que no era de ella, y por fin (sentía) que podría darle a sus hijas una casa propia".
Rosibel lamenta la forma tan cruel en que fue asesinada su hija ese sábado. “Le quebraron el cuello y le quebraron un montón de costillas, nosotros como familia calificamos como un delito que no está justificado", dice la madre.
Rosibel y otros parientes de Victoria se reunieron con personal de Cancillería, quienes, asegura ella, les han prometido ayudarles para que viajen a Tulum.
Las dos hijas de Victoria han quedado solas en Tulum. "Hasta ahorita nosotros solo sabemos del paradero de una (de las hijas); la otra ha huido porque le tuvo miedo a los policías, no la han encontrado, esperamos que en la medida de lo posible las niñas puedan regresar con nosotros", dice Rosibel.
"Le hago un llamado a todas las autoridades que investiguen el caso y que no quede impune, todos los involucrados en el delito, y queremos el cuerpo de mi hija y a mis nietas con nosotros, queremos marcar un precedente y que otras familias no sufran como estamos sufriendo por la muerte de mi hija ahorita", dice Rosibel.
Añade que están muy agradecidos por las muestras de cariño que han recibido en estos momentos: "es un hecho que ha dolido no sólo acá sino también en México, nos han contado que han hecho hasta marchas para exigir justicia por la muerte de mi hija”.