“Ver que caía fue frustrante”: vivienda de familia en Comasagua colapsa y jóvenes buscan levantarla

La casa de la familia Flamenco Mata se vino abajo cuando José, el jefe del hogar, intentaba repararla. Esta familia vende bebidas a los turistas que llegan al peñón de Comasagua, viven en la última casa antes del sitio turístico.

Elisa Hernández, amiga de la familia, visitó la vivienda deteriorada junto a un arquitecto y solicitan ayuda económica y materiales de personas naturales y la empresa privada, para construir una casa que sea un solución integral para la familia. Video EDH / Miguel Martínez, Moisés Rivera.

Por Miguel Martínez, Moisés Rivera

2021-03-30 10:01:02

El jueves 25 de marzo, cuando José Santos Flamenco Hernández se disponía a repara su casa ocurrió algo inesperado. Eran las siete de la mañana, una pared de adobe se desmoronó junto con las láminas del techo. La casa de José es la última antes de llegar al peñón de Comasagua, lugar muy frecuentado por turistas en el pueblo homónimo. 

José, de 49 años, vive con su esposa, hijos y nietos. La vivienda se ubica en el caserío Los Amaya del sector Las Finquitas, departamento de La Libertad. Él decidió comenzar a reparar el techo para prevenir un accidente mayor. La pared de adobe, fachada de su hogar, presentaba ya desprendimientos, las vigas de la casa también están podridas. 

Todo se vino abajo cuando quitó un clavo de la mocheta que sujetaba el techo y la pared cayó rápidamente. El techo y la pared quedaron sobre los muebles de la sala, sillas, mesas y la cocina de leña. 

Los niños y su esposa estaban al aire libre y no sufrieron ninguna lesión. Con una gran tristeza José vio los restos de las últimas remodelaciones que hizo en la casa hace 27 y 18 años, en dos sectores de su vivienda, la que había levantado en 15 días.

“Ver que la estructura caía fue un momento frustrante, pensé que iba a hacer una reparación normal y cuando vi solo pensé en el gasto”, menciona José.  

La casa de los Flamenco Mata se fue dañando con el tiempo, debido a los continuos temblores. Desde los terremotos de 2001, los cimientos de la casa se fueron dañando, la humedad echó a perder las vigas que mantenía firme el techo. 

La familia Flamenco Mata ha pasado desde el jueves sin techo y con una pared frontal improvisada que José Santos armó el mismo día del accidente, con la ayuda de su hijo mayor. 

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Trabajaron en esa “protección” durante 6 horas, usando los restos de su antiguo techo de láminas y vigas de madera, sin lograr proteger a los niños de las amenazas del clima como el fuerte sol y las lluvias que se asoman y terminarían con lo que queda en pie de su hogar.

Jóvenes solidarios con manos a la obra

Elisa Hernández, una joven solidaria amiga de la familia, se enteró de lo sucedido y comenzó una campaña de recolección de materiales de construcción y fondos para reparar la casa, a través de su cuenta de Instagram _bohmisch.

“En el 2019 vine a conocer el peñón y me encantó la calidez de la familia que lo recibe a uno acá. Volví en noviembre de 2019 con más personas, pasamos a la casa y vimos las condiciones en las que vivían. Si alguien quiere ayudar para mejorar las condiciones de vida de ellos, sería perfecto”, comentó Elisa. 

Elisa y su madre, Margarita, han formado una estrecha amistad con la familia formada por Ana Consuelo Mata, de 46 años y José. Ellos cuidan los vehículos de los turistas que dejan su transporte en los terrenos boscosos aledaños. 

José vive con su esposa, hijos y nietos. Desde el incidente han tenido que dormir al aire libre. Foto EDH / Miguel Marínez

“Ellas, al ver que los turistas pasaban al peñón y preguntaban por bebidas frías, nos dijeron que nos iban a dar el capital semilla para que pudiéramos generar ingresos”, recordó José. “Este proyecto se concretó en septiembre de 2020 y ha ido avanzando, sin embargo, los recursos que obtienen son mínimos aseguró Elisa.

Elisa y dos amigos más, Josué Portillo y Evi Roth, un arquitecto y su amiga quien ha sido voluntaria en la organización no gubernamental Techo. Ellos realizaron una visita de inspección y medición del terreno dañado, para generar una primera propuesta e informar a las personas interesadas en ayudar con materiales como cemento, láminas, bloques y recurso humano. 

La joven solidaria espera que, a medida que la historia sea conocida, más gente aporte a la causa para que puedan construir “una casa que tenga, al menos, lo básico”,  indicó Elisa.

“Me di cuenta por medio de redes sociales y me di cuenta que podía aportar un poco. Me contacté con ella, me contó bien la situación y le ofrecí mi ayuda, mi aporte humano”, comentó Portillo. El arquitecto también afirmó haber quedado impactado al ver las condiciones y la cantidad de gente que hay. “Es bien difícil para ellos poder hacer sus actividades normales.”, aseguró.

Josué espera que con la ayuda de la empresa privada y quien quiera colaborar con materiales, fondos o recurso humano, se pueda ampliar la estructura y mejorar el cableado de la vivienda. También espera poder incluir ventanas para mejorar la ventilación y dar al menos una capa de cemento al suelo, luego de nivelar.

“Lo ideal sería hacer una casa digna, como todas. Lo primero que vamos a hacer con ellas es ver el recurso que se nos pueda brindar. En base a eso, hacer una programación y empezar lo más pronto que se pueda, más que todo porque ya viene la época de lluvias”, asegura el arquitecto. 

Si desea colaborar con efectivo o materiales puede comunicarse por mensaje directo a la cuenta de instagram _bohmisch o al número 7806-2388, o puede depositar directamente en Banco Cuscatlán en la cuenta a nombre de Elisa Margarita Hernández Alfaro: 003-401-00-0307796.