Katherine Díaz: El recuerdo de la nobleza y la solidaridad en la vida de la surfista

Con juventud notable y de enorme corazón, la surfer salvadoreña siempre ayudó a los más necesitados. Solidaria siempre

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Díaz, con el entrenador de la selección de surf, Antonio Sotillo (d.). Foto EDH/Cortesía Indes

Por Varinia Escalante - Twitter: @VSkalanT

2021-03-20 12:24:45

Haciendo lo que más le gustaba y la apasionada. Así murió Katherine Díaz, el viernes en horas de la tarde. Entrenando, con el agua del mar y su tabla, surfeando. Con sus sueños y lo que la mantenía feliz.

Esa misma felicidad que ella le externaba a los demás. Amigos y familiares. Y también a los que no conocía y con quienes podía ser solidaria y echarles la mano. Ayudar estaba en ella. Es por eso que, en 2020, un año difícil para El Salvador por la pandemia del Covid19 y la Tormenta Amanda, Kathy no renegó a nada y, al contrario, volvió a mostrar su lado más solidario y humano con los demás.

Familiares, amigos y colegas surfistas se despidieron de Katherine Díaz quien el 19 de marzo murió tras ser impactada por un rayo en la playa El Tunco, La Libertad. La atleta se preparaba para el Mundial de Surf que se desarrollará en olas cuscatlecas en mayo y junio próximos. Fotos/ Archivo EDH y cortesía INDES.

En junio, cuando el país y las familias se vieron afectadas por la tormenta, la surfista lideró un grupo de ayuda, para dar el hombro a las víctimas de Amanda. Junto a otros surfistas, comenzaron a llevar comida a los albergues, en La Libertad. Además, recolectaron colchonetas y ropa. Pero también estuvo involucrado su hermano José “Bamba” Díaz, actual presidente de la Federación (Fesasurf), y ambos estuvieron al pie del cañón con su humildad, a pesar de que vivían el duelo de la muerte de su padre.

Katherine Díaz siempre compartía sonrisas con los más pequeños de El sunzal, a quienes regalaba medallas. Foto EDH/Cortesía Claudia de Iraheta

Los estragos por la tormenta, para varias comunidades en La Libertad, fueron duros. Muchas familias se quedaron, incluso, sin su casa. Y, frente a esta realidad, los domadores de olas nacionales sacaron su solidaridad a la primera fila, para llevar a nueve albergues del departamento costero toda la ayuda necesaria y que estaba a su alcance.

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A la iniciativa de Katherine, se unió también Ingrid Delgado, con quien se contactó la surfer de inmediato, para echar adelante el proyecto. En un corto tiempo, lograron recaudar fondos y llevaron comida a las familias sin hogar. Todos estaban identificados con las víctimas, ya que también residen en la costa, y por eso pusieron manos a la obra.

Si bien es cierto, primero se tocaron sus bolsillos, luego consiguieron fondos a través de una página web para la compra de alimentos. Además, lograron poner a disposición los restaurantes “Ericka” y “La Bocana”, ubicados en El Tunco, para cocinar y preparar los desayunos y almuerzos de un promedio de mil 500 a dos mil personas. Lo hicieron durante más de dos semanas, ayudando a los más necesitadas en el Puerto, El Izcanal, El Sunzal, El Majahual, La Bocana Chilama, El Charcón, entre otros lugares de los dos municipios de La Libertad y Tamanique.

Los logros de Kathy Díaz y los platos de comida para los damnificados. Foto EDH/Cortesía José Díaz
El grupo de surfistas solidarios, entre ellos José el Bamba Díaz (d.), que lideró Kathy Díaz. Foto EDH/Cortesía José Díaz

Katherine, campeona nacional en damas, contó cómo se le ocurrió este plan: “Se me ocurrió la idea de dar almuerzo a las personas afectadas por la tormenta, en horas de la madrugada (la idea salió a esas horas)”.

“Alrededor de las 10:00 de la mañana (domingo), visité a Ingrid y le comenté la idea de hacer almuerzo y me dijo que sí. Pusimos las dos los alimentos, para llevar comida a 500 personas. Hicimos pasta el primer día”, recordó, en ese momento, Díaz.

Así, se sumaron los amigos voluntarios que ayudaron y con quienes estaba muy agradecida. Esto pese al duelo por el que atravesaban los hermanos Díaz. Sin embargo, ambos atletas no pararon con su acción y manifestaron satisfacción “por ayudar a los más necesitados, porque la gente no tiene nada, lo perdió todo”.

“Ver lo que está pasando a la población salvadoreña, un país tan pobre, que ha sufrido mucho, que tiene una pandemia encima y no soporta nada de eso, y que las personas han estado encerradas 60 días, sin tener que comer, y les pase esto, nos toca el corazón. Y si nosotros podemos ayudar, por qué no hacerlo”, se había sincerado Kathy.

Los logros de Kathy Díaz y la ropa recaudada para los damnificados. Foto EDH/José Díaz

“Es una gran endorfina, y nuestro ego positivo se nos llena de alegría. También lo es para Katherine e Ingrid, las organizadoras para emprender este proyecto, quienes han dado el todo por el todo, sin ningún lucro personal, sólo por ayudar a la gente que más lo necesita”, expresó ese día “el Bamba”, mientras la campeona nacional continuó colaborando. “El plan es seguir ayudando y llevando alimentos a las demás personas”, externó Katherine.

Por si fuera poco, esto recordó los momentos de buenas acciones que tuvo Díaz, en vida. Como la solidaridad y las sonrisas que también sacaba entre los niños del Complejo Educativo de El Zunzal. Los visitaba cada año, durante una actividad deportiva de los alumnos de parvularia, y ese día especial les llevaba a regalar y repartir medallas, juguetes, dulces, chocolates, y detalles especiales que la hicieron una persona única y admirable. Un legado invaluable, que partió a mejores olas.

Katherine Díaz, durante la entrega de alimentos en la tormenta Amanda. Foto EDH/Cortesía José Díaz