“No somos héroes, somos víctimas. Detrás de cada víctima hay una tragedia, en los hogares de los compañeros caídos, hay hijos huérfanos, hay jóvenes sin papá y sin mamá, hay viudas y viudos, también . Queremos que todo mundo vea la dimensión de lo que estamos viviendo. No es fácil, es duro; hay una tragedia detrás”, fueron parte de las palabras con las que inició Nelly de Henríquez, médico del Seguro Social.
Según datos del Sindicato de Médicos Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (Simetrisss), en la autónoma hay 26 médicos que fallecieron a causa de COVID-19 y más 16 trabajadores del servicio de enfermería. También falleció personal técnico, de servicio de limpieza, personal administrativo, entre otros.
“Solo en el Seguro Social han fallecido alrededor de 70 personas (que se contagiaron) a causa de atención de pacientes con sospecha o con enfermedad confirmada de COVID-19. Fue una planificación improvisada que esperábamos en el transcurso del tiempo se mejorara y fuera más contundente, pero todavía aún en unidades médicas comunales está persistiendo esa situación, inadecuada para la atención, los llamados griparios”, declaró Rafael Ernesto Aguirre, secretario general del Simetrisss, durante el acto conmemorativo a sus colegas y compañeros.
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El homenaje se desarrolló en la Plaza de la Salud, en San Salvador, y al evento asistieron familiares y compañeros del personal que falleció.
La esposa de un médico que brindaba servicios en área del Emergencia mostró indignación ante el actuar de las autoridades del Seguro Social, quienes no han apoyado a las familias dolientes. La viuda explicó que le dijeron que su esposo no estuvo en riesgo profesional porque “trabajaba en Emergencia, en área no COVID (...) por eso de una sola vez nos han mandado a la AFP. Es una injusticia que están haciendo a todos estos héroes que han fallecido y nadie les está haciendo justicia. Les pido, por favor, que se cuidan; es una enfermedad difícil, esta pandemia no ha pasado. Yo estuve dos meses ingresada, todavía estoy con oxígeno, todavía estoy desaturando, nos ha tocado bastante está enfermedad. Que la muerte de ellos no sea en vano, que se haga justicia para todo el gremio médico, gremio de enfermería, todo el personal de salud”, expresó.
El doctor Aguirre solicitó a la directora del ISSS, Mónica Ayala, que se incremente el seguro de vida equiparándolo al que actualmente goza el Ministerio de Salud, “que la muerte del personal de salud o por sospecha de COVID-19 sea considerada como muerte por riesgo laboral a fin que los familiares reciban el beneficio conforme a ley”, expuso.
Además, solicitaron una nivelación salarial que se homologue con los sueldos del Ministerio de Salud. “Demandamos un incremento de la remuneración de turnos presenciales que evite la fuga de especialistas del ISSS”, instó el galeno.
Por su parte, el secretario general del Sindicato de Enfermería (Seisss), Ulises Granados, resaltó la importancia de recordar al personal que falleció en el combate contra la pandemia, “estas personas importantes para el sector de salud fueron caídos en batalla, con un enemigo invisible, que nadie de nosotros conocía y que encontró a nuestros guerreros sin armas, pero con el valor y el entusiasmo que siempre ha caracterizado al personal de salud. Es necesario mencionar que la pandemia sacó a luz la deficiencia y precariedades de abandonados por años, donde nuestros profesionales se convirtieron no en héroes sino en víctimas del descuido y víctimas del abandono, un sector que ha sido el menos atendido por las autoridades”.
Aguirre agregó que parte de los problemas que llevaron a los decesos de trabajadores de salud en el Seguro Social fue la falta de equipo de protección, improvisación, planificación deficiente para la atención a pacientes, infraestructura inadecuada en los griparios, entre otros elementos que abonaron a que hubiera un contagio masivo en las clínicas del ISSS.
“Entre las órdenes o los lineamientos que daba el Ministerio de Social para el Seguro Social había un desfase o llegan desnaturalizado, al punto que no se aplicaban tal cual como en el Ministerio de Salud. Por ejemplo, colegas que tenían que visitar los centros de contención y ellos (autoridades del ISSS) apenas lo mandaban con una mascarilla quirúrgica, pero usted miraba al ministerio de Salud con su equipo de protección nivel 2 y 3. Había una improvisación de parte de las autoridades del Seguro Social”, describió Aguirre.
En junio de 2020, médicos denunciaron que inicialmente el hospital General del ISSS, pese a ser catalogado como hospital de trasferencia, tuvieron que improvisar espacios para atender a pacientes contagiados con el nuevo virus porque se desbordó la capacidad en los sanatorios asignados para los casos de COVID-19. Por ejemplo, en el Hospital Regional de San Miguel con capacidad para 220 camas, solo se habilitaron 100 debido a la falta de personal capacitado.
La idea inicial era que en los hospitales de trasferencia, como el General, los pacientes positivos que diagnosticaban eran referidos a los centros médicos asignados para casos COVID; pero eso no ocurrió.
Los denunciantes comentaron que en el General, en abril pasado, se adecuó un área para la atención de pacientes con COVID, pero esta superó su capacidad en junio, por lo que habilitaron áreas dentro de la misma Emergencia para tener más camas para pacientes en estado delicado.
“Hoy por hoy al área de Emergencia está dividida en dos. Nos hemos convertido en un hospital híbrido, nos exigen que atendamos pacientes con COVID-19 y pacientes que consultan por otras patologías, exponiendo a los mismo pacientes, dado que el nivel de contagio cruzado es muy alto”, denunció en junio 2020, uno de los médicos internista.
A nivel nacional el Movimiento de Salud, Dr. Salvador Allende registra 200 decesos de personal de salud contagiado por el virus, de ese total de muertes de personal, 70 corresponden a trabajadores del Seguro Social.