Jim McGovern, miembro de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, es probablemente el funcionario de ese país que más conoce a El Salvador y los retos que enfrenta su democracia.
Casi cuatro décadas después de su primera visita, y después de haber llegado a El Salvador alrededor de cien veces, ha logrado identificar el avance de El Salvador desde la guerra civil hasta el establecimiento de una nueva institucionalidad, pero ahora identifica graves peligros para el Estado de derecho.
En un conversatorio organizado por Diálogo Interamericano, el legislador demócrata manifestó que se siente “decepcionado y preocupado” por el camino autoritario que se está siguiendo en El Salvador.
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En los casi dos años de presidencia de Bukele, McGovern ha sido un férreo crítico de algunos episodios de abusos de poder por parte de la gestión de Bukele, incluyendo la toma militar de la Asamblea Legislativa en febrero de 2020 o el debilitamiento institucional y de derechos humanos.
En el foro virtual, el congresista expresó preocupación por los intentos de socavar la libertad de prensa, debilitar a la sociedad civil y a los oponentes o los críticos del gobierno. Estas son, dijo, “tendencias peligrosas que nos deberían preocupar a todos”.
McGovern afirmó que el Congreso estadounidense seguirá monitoreando los eventos en El Salvador y cómo se puede apoyar su democracia.
Además, expresó que estarán pendientes de ver si “el presidente o la recientemente elegida mayoría oficialista en la Asamblea Legislativa, electos democráticamente, no usarán estos medios democráticos para transitar hacia un sistema autoritario”.
Cultura de la impunidad sigue presente
Jim McGovern también lamentó que en El Salvador, la cultura de la impunidad no ha perdido terreno ni ha logrado romperse. Más allá de la corrupción entre élites y la falta de castigo al mal uso de recursos públicos, lamentó que masacres como la de El Mozote, en diciembre de 1981, siguen la impunidad.
Al mismo tiempo, aprovechó para destacar el trabajo del juez a cargo de ese caso, Jorge Guzmán de San Francisco Gotera.
“El juez Guzmán ha seguido el caso con profesionalismo y a pesar de ataques del presidente, de su gobierno y de amenazas contra su vida”, señaló McGovern.
Además, llamó al fiscal general Raúl Melara a evitar ser un obstáculo en el trabajo de Guzmán de encontrar la verdad detrás de la masacre más sangrienta de la guerra civil.