La barbarie se apoderó de un evento deportivo en Rusia que debía ser solo una competencia amistosa de la categoría junior de luchadores de judo de las ciudades de Daguestán y Osetia.
Una trifulca en las gradas se salió de control y llegó hasta las colchonetas, por la gente que se metió al conflicto todo terminó en desorden total.
Magomedov, presidente de la comisión disciplinaria de la Federación de Judo de Daguestán, explicó a RIA Novosti cómo inició el episodio: “Todo comenzó cuando los atletas lucharon durante más de diez minutos".
Continuó: "Uno de los espectadores daguestaníes gritó, agitó la mano o gritó ‘¡Hurra!’ A la afición osetia no le gustó. Comenzó una pelea en la que los deportistas fueron arrastrados, como me explicaron testigos presenciales”.

Fueron dos espectadores los que estelarizaron una discusión a la que se fue sumando más gente y que cruzó los límites al saltar a la violencia física.
Cerca de 50 personas se agarraron a golpes y debido a la magnitud la violencia llegó hasta las lonas, donde estaban los jóvenes luchadores. Los judocas de la categoría junior también se sumaron al combate lanzando puñetazos a todo aquel que se les acercaba. Debido a esto el evento tuvo que suspenderse.
Magomedov anticipó que los atletas que participaron de la batalla serán descalificados, además de señalar que no hubo medallas para nadie. A su vez, se analizan suspensiones de por vida para todo aquel que formó parte de este episodio que recorre el mundo y generó vergüenza al mundo del judo.