Ni palas, ni azadones para la extracción de crustáceos y moluscos en los manglares del oriente del país

Ambientalistas recomiendan evitar uso de palas y azadones en esteros de Conchagua e Intipucá. Lugareños usan herramientas para obtener manglares, punches y otras especies.

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Mario Reyes reside en el cantón Loma Larga, en La Unión, se dedica a buscar curiles en los esteros de El Encantado, en playa Las Tunas, de Conchagua, así como en parte de El Icacal, en Intipucá. Foto EDH 7 Insy Mendoza.

Por Insy Mendoza

2021-02-27 6:45:52

Se debe prohibir la extracción de crustáceos y moluscos con el uso de palas, azadones y otros tipos de herramientas que dañen o alteren el sustrato del manglar en las zonas costeras de los municipios de Conchagua e Intipucá, en La Unión; esta fue la recomendación puntual de consultores ambientalistas durante un estudio realizado en esta zona del oriente del país.

Este proyecto ambiental, que ha concluido, fue una inversión del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), y la fundación Campo; con un presupuesto de $133,000. Donde FIAES aportó $65,000 y la fundación Campo, que fue la ejecutora, $68,000, y el acompañamiento con las comunidades.

Los estudios biológicos son parte de los trabajos que se desarrollaron por un periodo de nueve meses, en el marco del proyecto de restauración del manglar, con acciones sostenibles de los recursos naturales y la rehabilitación del flujo hídrico en cinco kilómetros del canal del área de restauración ecológica de la bahía de La Unión y la conservación del Golfo de Fonseca.

Deysi Piche, coordinadora del proyecto, detalló que el mismo ya ha finalizado, por lo que ahora han dejado un documento con un plan local de aprovechamiento sostenible, que es parte de las conclusiones de un estudio biológico que se hicieron en los manglares de las playas de El Tamarindo y Las Tunas de Conchagua, y El Icacal, en Intipucá.

“En el documento se nos dice que está prohibido usar palas u otros tipos de herramientas para la extracción de los crustáceos, solo se permite el uso de las trampas, para evitar hacerle daños o alterar los manglares”, agregó Piche en cuanto a una conclusión directa de la que deben tomar nota los habitantes de estas zonas, que ocupan estos productos para su comercialización.

Acción local
Piche agregó que, en los nueve meses de duración del proyecto, se trabajó en un estudio socioeconómico y biológico que les permitió elaborar el plan local de las comunidades.

Además, se hizo la restauración, en total, de 6.5 kilómetros de limpieza de manglares, donde retiraron todos los desechos, abrieron brechas y restauraron el flujo hídrico en cada uno de los canales; y ejecutaron la siembra de la candelilla de mangle, en un espacio de dos hectáreas.

Santos Quinteros, líder de la comunidad de Las Tunas, en Conchagua, dijo que todas las personas que participaron en el proyecto están preocupadas e interesadas por ayudar a cuidar los manglares, que por muchos años han estado sufriendo daños.

Heidi Carballo, jefa de la unidad ambiental de Conchagua, dijo que la comuna fue parte del proceso de formación a través del proyecto.

“Es seguido que se da la tala de los manglares en el municipio; en este caso nosotros no contamos, dentro de la ordenanza, con multas en la parte de la extracción del mangle, solamente nos apoyamos con el Ministerio del Medio Ambiente”, agregó, en cuanto a una limitante legal que tienen para frenar este tipo de prácticas indebidas.

Mario Reyes, de 59 años, para lograr extraer del manglar 10 docenas de curiles, trabaja de 5:00 a 11:00 de la mañana, caminando entre el lodo de los esteros de El Encantado de playa Las Tunas, de Conchagua, y parte de El Icacal, en Intipucá.

Reyes reside en cantón Loma Larga, de La Unión. Se desplaza en bicicleta desde su casa a Las Tunas, pedalea alrededor de 20 minutos, y luego “entre dos personas hemos logrado sacar las 10 docenas de curiles, el tamaño es pequeño, pero así lo vamos a vender en los negocios de Las Tunas, a $3 por docena, a veces lo pagan más barato”, describe sobre cómo es un día normal para su faena.

Es a personas como don Mario que debe llegar el mensaje: la extracción ya no debe hacerse con palas ni azadones.