La calificadora de riesgo Moody’s espera que el gobierno de El Salvador comience a reducir su deuda de más del 90 % del PIB y consolide sus finanzas a partir del segundo semestre del año como un requerimiento para mejorar su calificación crediticia, actualmente en B3.
“Si bien las condiciones de financiamiento seguirán siendo muy estrictas este año y el próximo para la soberanía, esperamos que el gobierno comience a consolidar sus finanzas en el segundo semestre de este año, lo que catalizaría el acceso al financiamiento de deuda multilateral para cubrir la mayor parte de sus necesidades de financiamiento este año”, establece la calificadora en su informe.
El 5 de febrero recién pasado, Moody’s confirmó su calificación B3 con perspectiva negativa para el país y lo ubicó un peldaño más abajo en cuanto a confianza de inversión y de cumplimiento en cuanto al pago de sus deudas. Esta perspectiva le dificulta poder adquirir otros créditos que de obtenerse pagarían una tasa de interés mucho más alta que la de 9.5 % que adquirió el año pasado con un préstamo de $1,000 millones en bonos.
Además, la agencia está a la expectativa de los resultados electorales del 28 de febrero en los que proyecta varios escaños para el partido oficial Nuevas Ideas, pero no los suficientes para obtener mayoría calificada.
“El escenario más probable es uno en el que el presidente tenga más influencia en la Asamblea, obteniendo suficientes escaños para tener al menos una mayoría simple (43 escaños) pero no lo suficiente para obtener una mayoría calificada. Una presencia más fuerte en la Asamblea proporcionaría al gobierno influencia para negociar y llevar a cabo planes de ajuste fiscal que requerirán cambios en las estructuras de ingresos y gastos, establece Moody’s.
Además está la expectativa de que el país concrete un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) del cual aún se desconocen detalles sobre su avance.
Gobierno necesita más de $2,000 millones para pagar deuda de corto plazo
Gobierno debe ser transparente
Para algunos economistas, el Gobierno debe ser transparente e informar a la población sobre las medidas que implementará para lograr esta consolidación fiscal, comenzando por las negociaciones que pueda estar teniendo con el FMI para enfrentar su deuda.
“El principal problema que podemos enfrentar los ciudadanos es que el gobierno acuerde algo con el Fondo Monetario del cual no estemos sabedores, porque lamentablemente esta ha sido la característica de este gobierno con recursos que quiere obtener; el Ejecutivo debe informar a la ciudadanía”, aseveró Rommel Rodríguez, investigador del área de Macroeconomía y Desarrollo de la Fundación para el Desarrollo (Funde).
Por su parte Andrés Oliva, investigador del Departamento de Estudios Económicos de la Fundación Sa30lvadoreña para el Desarrollo (Fusades) también señaló que el gobierno debe ser transparente y tomar las medidas fiscales viables para el país.
Agencia Moody’s: empeora a “negativa” la perspectiva crediticia de El Salvador
“Las medidas tienen que ser técnicamente efectivas. Desde el momento que tenemos una deuda tan alta y la meta es la sostenibilidad, un ajuste fiscal es inevitable, pero se necesita más información, porque hacer un ajuste solo con impuestos no sería suficiente; por ello se necesitan medidas viables”, advierte Oliva.
Un país altamente endeudado
El gobierno necesita un refinanciamiento de unos $2,000 millones para dejar a cero el saldo de las Letras del Tesoro cuyo saldo ya alcanza los $1,400 millones y que en total y que ronda el 90 % del Producto Interno Bruto (PIB). Economistas señalan que algunas de las medidas que debe implementar el gobierno es la reducción del gasto público, ya que una deuda tan alta implica menos desarrollo para el país.