Desde el 5 de enero a la fecha, el Gobierno ha comprado fuera del país al menos unas 14,497 toneladas métricas de alimentos que han llegado cada semana en 11 buques procedentes de México y Guatemala, para ser descargadas en el puerto de Acajutla, en Sonsonate.
Estos alimentos sirven para conformar los paquetes que el Gobierno entrega activamente a la población salvadoreña en medio de época electoral.
Según las publicaciones en la cuenta de Twitter de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), el 5 de enero de 2021, al puerto llegó un primer cargamento de más de 7,000 toneladas métricas de alimentos, que transportaba el buque Jorgen Reefer. Toda la mercadería eran macarrones.
Posteriormente llegaron otros buques más con alimentos como enlatados, harina de maíz, aceite, arroz, frijoles y café, entre otros productos que componen los cerca de 70,000 cajas o paquetes que el Gobierno dice entregar a diario.
El ingreso de los alimentos se da todas las semanas y según el gobierno esto garantizará la seguridad alimentaria de la población salvadoreña, ante los efectos generados por la pandemia del COVID-19, pese a que la oferta local de granos básicos y lácteos es suficiente para suplir la demanda nacional.
Además, el excedente de estos productos importados ha puesto en aprietos a los productores locales que han tenido que reducir el precio de sus granos básicos ante la sobre oferta.
Desde agricultores hasta ganaderos han reprochado al gobierno por no comprar productos locales y preferir extranjeros.
El economista Claudio de Rosa ilustra que la importación de alimentos debe darse cuando la producción interna no es suficiente.
“Normalmente si uno quiere estimular una economía lo que hace es crear las condiciones para que haya producción interna, eso hace que se generen más empleo y por ende mayor recaudación tributaria”, destacó el profesional.
La importación también influye en la variación de precios que se pagan a los productores locales.
“Cuando uno importa favorece a los consumidores porque van a pagar menos, sin embargo se perjudica a los productores porque a ese precio no alcanzan a pagar los costos básicos de su producción”, destacó.
Este perjuicio genera condiciones más difíciles para que se aporte a la economía, no se dinamiza el consumo, al mismo tiempo que se crea dependencia de los productos extranjeros.
Además si la compra se está haciendo a países fuera del área centroamericana, también se afecta a los productores de la región.
“Eso también afecta a los convenios comerciales que se tienen con Centroamérica, pero si tu importas, desde fuera de Centroamérica se crea un conflicto con los productores de la región, a ellos deberíamos de comprarles para estimular el comercio”, detalló.
Al entrar este producto importado que además es regalado, provoca que baje el consumo, los precios y los productores enfrentan pérdidas, provocando incluso desempleo.
“Esto ya es un problema socioeconómico porque se generan menos empleos en las áreas rurales y eso es aumento de la pobreza”, dijo el economista.
En este momento el país enfrenta una lenta recuperación del empleo, después de la cuarentena. Desde julio del año pasado y con la reactivación económica que inició en agosto el sector privado ha venido registrando una recuperación mensual de 5,000 empleos, según menciona Waldo Jiménez, gerente económico de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
Pero aún falta mayor estimulo para que la economía y consumo alcancen los niveles pre pandemia.
Reparto de alimentos en temporada electoral
La constante llegada de buques con alimentos importados para los paquetes concuerda con el reparto de alimentos que hace el Gobierno a diario y en el que participan activamente ministros, personal de la policía y del ejército.
El viernes el ministro de Trabajo, Rolando Castro, participó en la entrega de alimentos en la Comunidad El Coro, San Salvador.
La adquisición de productos y entrega de paquetes alimenticios ha despertado diversas polémicas. Por ejemplo, hace más de una semana trascendió que paquetes de alimentos pagados con impuestos de los salvadoreños fueron entregados en México.
Según una publicación del periódico digital El Faro, al menos 1,500 cajas de alimentos con los distintivos del Gobierno salvadoreño fueron repartidas en el norte de México por un candidato a una alcaldía.
En la Asamblea Legislativa los diputados han cuestionado al Ministro de Agricultura, Pablo Anliker, sobre estos paquetes y su procedencia, pero pese a la información que ha dado, persisten las inconsistencias sobre los proveedores de los productos así como el dinero y procesos de compra para adquirirlos.
Y son esas irregularidades en la ejecución del programa de alimentos las que ha llevado a que la Corte de Cuentas tenga varios exámenes en curso, según han afirmado magistrados del ente contralor anteriormente.