De mayo a agosto, la Selecta de Playa vivió tres meses intensos. De la gloria a un sinsabor. Pero con varios deberes cumplidos, en vista de que esta nueva generación de jugadores marca un nuevo paso para la Azul y Blanco en el área y en la élite mundial
En la primera etapa, los “guerreros de playa” compitieron en el Premundial de Concacaf, en Costa Rica. Fue un momento cumbre para los dirigidos por Rudis Gallo, ya que lograron no solo el boleto al quinto mundial con sede en Moscú, Rusia, sino además el título regional.
Rusia, nuevo campeón del mundo
En su arena, la Selección anfitriona del Mundial de Playa se convirtió en la campeona de la modalidad. Los rusos vencieron en la final a Japón, por 5-2. En semifinales, dejaron en el camino a Suiza, rival que terminó de eliminar a la Selecta. La Azul y Blanco tuvo nominaciones anuales posteriores, para los premios de Beach Soccer World Wide (BSWW), pero no logró quedarse con ningún premio.
Por segunda vez en la historia, con una espera de 12 años, la Selecta levantó el cetro de Concacaf, al derrotar a EE.UU. en la final, por 4-6. Añadió este trono al del Premundial de Puerto Vallarta en 2009.
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La Playera cerró el 2021 manteniendo su ranking en Beach Soccer (BSWW). En la última actualización, en noviembre, la Selecta apareció 1 de Concacaf y 15 del mundo, con un total de 932 puntos.
Pero no solo esto, la Playera sumó varios premios individuales, para arrasar con todo lo que estaba en juego en el eliminatorio. El máximo goleador del Premundial fue el barreño Frank Velásquez, con 11 goles en seis partidos; el Jugador Más Valioso del torneo (MVP) se lo llevó el pirrayero Rubén Batres; y el Portero Menos Vencido y mejor del certamen fue el capitán de Chirilagua: Eliodoro Portillo, con solo 12 tantos encajados.
El Premundial fue de talla perfecta en cuanto a números para la Selecta, pasando todas sus fases con solvencia y como romperredes. Sacó seis victorias, incluyendo la final, con goleadas. Derrotó a Dominicana (1-15), Guatemala (7-1) y Bahamas (7-2), en fase de grupos (B), para terminar primera, con nueve puntos y 29 tantos (solo cuatro en contra). Mientras en cuartos, se impuso a Trinidad (9-2); y en semifinales, de nuevo a los chapines (6-2).
Pero en la siguiente etapa, en el Mundial, fue un escalón duro. Intentó superarla, aunque no se dio ni como la afición, ni el mismo equipo lo esperaban. La Selecta quedó en deuda. El objetivo era superar aquel cuarto lugar de Rávena 2011. Pero no se logró. La Playera se quedó en primera ronda, aún peleando una posibilidad de soñar con avanzar hasta en el último partido (grupo C), pero ya no solo dependía del equipo nacional y no lo consiguió.
A El Salvador, le tocó un grupo duro junto a Bielorrusia, Brasil y Suiza. Con los bielorrusos, empató 5-5 (1-1 tiempo extra), y cayó 5-4 en penales; con los brasileños, cayó por 4-2; y contra los suizos, quedó abajo por 7-8. Tanto contra la “verdeamarela” como con los suizos, estuvo en tramos arriba en el marcador, incluso dominando, pero terminó cediendo. Terminó última, con cero puntos.
A pesar del tropiezo, la Playera logró que los jugadores crecieran al debutar a nivel mundialista. Es una camada con experiencia en torneos internacionales ya, y con mezcla de veteranos como Frank y “Leo”, con tres y cinco Mundiales encima, para preparar la siguiente cita eliminatoria y el sueño de una sexta Copa del Mundo.