El ataque que sufrió un equipo de la organización internacional de ayuda humanitaria, Médicos Sin Fronteras, continúa en la impunidad, dieciocho días después.
En la ambulancia se trasladaban un médico y un ayudante de enfermería quienes fueron golpeados y amenazados con armas de fuego por presuntos miembros de pandillas. Después del incidente, el médico y el enfermero fueron atendidos en la sede de la organización donde les dieron asistencia médica.
Luego del ataque, Médicos Sin Fronteras informó que suspendería sus actividades en El Salvador como medida de seguridad para todo su personal, mientras no se esclareciera el hecho.
El caso sigue en la impunidad a pesar de que al siguiente día de cometido, la Policía Nacional Civil (PNC) aseguró haber capturado a cuatro supuestos pandilleros relacionados al ataque.
Sin embargo, los cuatro capturados nunca fueron acusados por el ataque a Médicos Sin Fronteras y cuatro días después recuperaron su libertad, pues solo fueron acusados por los delitos de agrupaciones ilícitas y resistencia.
“Nos encontramos en el desarrollo de la investigación para determinar responsabilidades y que los delincuentes respondan ante la justicia”, decía el último tuit de la Policía, luego de informar que había capturado a “tres pandilleros en el Reparto Las Cañas, Ilopango, como parte de las acciones en respuesta al evento en donde el día de ayer tripulantes de una ambulancia de Médicos Sin Fronteras fueron agredidos”.
Los capturados resultaron ser Marlon Josué Olmedo Portillo, Rubén Alexander Alvarado Pérez y Edwin Josué Antonio Argueta.
Salieron libres el 5 de febrero luego de que les celebró la audiencia inicial en el juzgado de Paz de Ilopango.
El proceso 17-2021-1 pasó al Juzgado de Instrucción de Ilopango. Es decir, que los tres imputados seguirán siendo procesados pero sin detención, afirmó una fuente judicial.
Capturado por segunda vez por agrupaciones ilícitas
Uno de los capturados, según la PNC, por el ataque a médicos sin fronteras fue capturado el 10 de febrero de 2019 por ese mismo delito.
En esa ocasión fue arrestado en final del pasaje Q, block B del Reparto Las Cañas.
La Policía dijo que lo había capturado porque, junto a dos pandilleros amenazaban de muerte a los habitantes del lugar, para que los jóvenes ingresen a los grupos criminales.
De ese proceso también salió libre a los pocos días.
El Reparto Las Cañas y la San Felipe, ambas de Ilopango, son asediadas por grupos de pandillas diferentes que constantemente se disputan control de territorio, según fuentes policiales.
Un caso más como el asalto a autobús o masacre
El ataque al equipo de Médicos Sin Fronteras causó mucha alarma social a nivel nacional e internacional. De hecho, funcionarios estadounidenses se pronunciaron y exigieron que se investigara minuciosamente el caso.
El encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en El Salvador, Brendan O’Brien, calificó el ataque como un “sin sentido”.
Por su parte, Birgit Gerstenberg, coordinadora humanitaria de las Naciones Unidas para El Salvador y Belice, también condenó el ataque y pidió que se castigara a los responsables.
Sin embargo, parece ser que la Policía capturó a los tres adultos y un menor, nada más como para aparentar efectividad, tal como también lo hizo con el asalto a un autobús de la ruta 202, cometido a finales de junio de 2019, en el municipio de El Congo, Santa Ana, donde fueron violadas dos pasajeras.
En ese caso, la Policía montó un operativo y capturó a tres hombres que también fueron liberados a los pocos días debido a que solo fueron acusados de agrupaciones ilícitas.
Otro tanto ocurrió con la masacre de seis personas, cometidas el pasado 11 de octubre en pocos metros del mercado de mayoreo La Tiendona.
“Tenemos algunos perfiles de personas sospechosas. Andamos en búsqueda de ellos. Si en flagrancia no logramos la captura de ellos, los vamos a perseguir en el tiempo hasta dar con ellos”, dijo el director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas.
Horas después presentaron a Darwin Said Girón, un miembro de la pandilla 18 como responsable de la matanza.
Pero no era cierto. Este fue puesto en libertad porque no lo acusaron por los homicidios, sino por el delito de agrupaciones ilícitas.