La masacre cometida el martes en el caserío Morro Grande Abajo del municipio de Acajutla tiene desconcertados a los vecinos de ese lugar. No entienden por qué mataron una familia que no le negaba un favor a nadie. De momento, parece que la Policía tampoco tiene claro por qué mataron a la profesora y a sus dos padres.
De manera extraoficial, algunos policías no creen que el crimen haya sido cometido por grupos de pandillas o por relación de alguna de las víctimas con esos grupos criminales. Algunos vecinos aseguran que si bien en el caserío hay presencia de pandilleros, en el lugar nunca había ocurrido un crimen de tal magnitud.
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Al atardecer del martes de esta semana, los cuerpos de Maira Yesenia Cerna Rodríguez, de 29 años, Balmore Galileo Cerna y Rosa Emilia Rodríguez de Cerna, ambos de 60 años, fueron encontrados brutalmente asesinados.
Sin embargo, a esa hora, las víctimas llevaban aproximadamente 12 horas de haber sido asesinadas. Algunos lugareños aseguran que como a a las 5:00 de la mañana escucharon detonaciones, pero no sospecharon de que fueran disparos y menos que se estuviera cometiendo la masacre.
Los lugareños no vieron nada raro ni escucharon gritos. Solo detonaciones. Dos por lo menos. Pero quién iba a imaginarse que a los Cerna Rodríguez los estaban matando. Las tres víctimas eran muy estimadas en la comunidad.
En el mismo inmueble donde vivían, Rosa Emilia y Mayra Yesenia tenían un chalet en el que de viernes a domingo vendían pupusas en las tardes.
Rosa Emilia también elaboraba varios tipos de pan dulce en un horno artesanal que Balmore Galileo había construido, afirman vecinos.
Por su parte, Mayra ya había terminado sus estudios de Licenciatura en Educación con especialidad en Ciencias Naturales, en la Universidad de Sonsonate. Estaba emocionada porque muy pronto recibiría su título que la acreditará como tal.
También trabajaba como maestra en un colegio privado del municipio de Sonzacate, siempre en el departamento de Sonsonate.
Al parecer, según la escena descrita por una fuente policial, al momento de ser asesinada, Mayra Yesenia se preparaba para salir hacia su trabajo cuando fue sorprendida por sus asesinos.
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Las heridas con arma blanca en los brazos de la maestra indican que intentó defenderse. También parece que el padre salió de su habitación a la sala, cubierto con una toalla y allí fue atacado. En la sala quedaron los cadáveres de la profesora y su padre. El de Rosa Emilia estaba en su propia habitación.
En la zona donde fue cometido el triple crimen sólo hay presencia de la Mara Salvatrucha (MS-13), afirman fuentes policiales. Esa misma estructura criminal controla el territorio del municipio de Guaymango, Jujutla y Acajutla y su rubro más fuerte es el tráfico y comercio de drogas, de acuerdo con fuentes policiales.
“Hemos desplegado un amplio operativo en el occidente del país, tras el triple homicidio que ha ocurrido en la zona. Iremos sin descanso tras los hechores, poniendo a disposición los servicios de: inteligencia, investigaciones y fuerzas especiales, todo para dar con los criminales”, tuiteó la Policía Nacional Civil, tres horas después de que los cadáveres fueran encontrados.
Sin embargo, 24 horas después, la corporación policial no había informado sobre resultados positivos de ese amplio operativo.