El 80 % de los mariscos que vende la cadena de supermercados Súper Selectos en sus 102 sucursales son abastecidos por productores locales.
El año pasado Selectos comercializó $3.7 millones de estos productos que compró a productores y pescadores salvadoreños, lo que representó un crecimiento del 30 % de ventas en comparación a 2019.
Este año, la proyección de crecimiento es de un 20 % más, es decir unos $700,000, gracias al potencial de desarrollo de la categoría.
“Es una categoría de productos que ofrece mucho para el país, tanto en el desarrollo económico y social de los productores como de sus familias”, destacó Carlos Calleja, vicepresidente de Grupo Calleja.
Agregó que la cadena tiene la capacidad para continuar abasteciéndose de producción local con un crecimiento anual a doble dígito como ocurrió el año pasado.
En este momento le están comprando los mariscos a 628 productores a nivel nacional. Hace cinco años apenas tenían 12 proveedores locales.
A través de estos productores, Selectos se abastece de almejas, ostras, pescado róbalo, pescado seco, tilapa, boca colorada y camarón, entre otros.
“Somos un país con una costa amplia y riqueza en los productos. Si construimos encadenamientos sólidos y fuertes, podemos incrementar el hábito de consumo y eso beneficia a nuestra gente y es saludable”, destacó Calleja.
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Asistencia técnica
El incremento en las compras locales se debe, sobre todo, a que desde julio de 2016 Super Selectos ha promovido la asistencia técnica a través de su programa Cultivando Oportunidades.
En el lago de Ilopango se ha fomentado la crianza de tilapia, para proveer filetes.
Inicialmente, Selectos compraba poco más de mil libras cada mes, pero hoy gracias al apoyo técnico de Acceso Oferta Local y el mercado seguro que les ofrece Súper Selectos, las ventas han incrementado y ahora los productores proveen mensualmente un promedio de 30,000 libras de 50 productos diferentes.
“De esta manera apoyamos a un sector que genera muchos empleos y también ofrecemos un producto nacional y de calidad a precios accesibles”, destacó el empresario.
Calleja agregó que muchos de los productores estaban antes en condiciones no muy favorables y ahora tiene mayores ingresos que usan para hacer crecer sus cultivos de peces y otros mariscos.
Los productores de tilapia en la zona del lago de Ilopango venden el 75 % de su producción a Selectos y el otro 25 %, en el mercado informal.
“Es una nueva forma de producir porque ellos estaban acostumbrados a tamaños de tres pescados por libra y ahora están produciendo peces de dos libras”, detalla Andrés Baiza, gerente general de Acceso Oferta Local.
Además han aumentado la productividad y se impacta en al menos 174 familias, solo en Ilopango.
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Tratamiento genético
En Ilopango, los productores han instalado jaulas donde siembran los alevines y luego seleccionan los que alcanzan el tamaño y peso que necesitan para comercializarlo en filetes en los principales anaqueles de Selectos.
A estas tilapias se les ha dado tratamiento genético para que en cinco meses alcancen las tallas. Antes esperaban siete meses, por lo que ahora se ahorran un mes y medio de alimentación.
“El pez en menos tiempo come menos y crece más gracias al tratamiento genético y de esa manera tiene un mejor producto”, agrega Baiza.
Este tratamiento genético, traído de Estados Unidos, se implementa desde hace un año y por ahora se aplica únicamente en la tilapia.
“Lo que buscamos es un pez con cabeza pequeña y cuerpo grande, al contrario de como se producen en el país, de cabeza grande y cuerpo pequeño”, detalló Baiza.
De esta manera se vuelven más competitivos y garantiza su producción en menos tiempo.
$13 millones en compras agrícolas
Cultivando Oportunidades también apoya el desarrollo de agricultores de diferentes zonas del país. En este segmento se apoyó a más de 2,000 productores en 2020. También brinda asistencia a avicultores, porcicultores, ganaderos, entre otros, con el fin de generar desarrollo en ellos y sus comunidades.
Mejoras en la calidad de vida de la comunidad
Helton Muñoz
“Dejé la pesca artesanal y con arpón que hacía en el lago para comenzar a cultivar tilapia”
Hace unos ocho años Helton se dedicaba a la pesca artesana. Luego inició el cultivo de tilapia en pequeña cantidad que distribuía en el mercado loca, que no representaba una gran demanda. Pero luego le llegó la propuesta de producir para Super Selectos.
“Así comenzamos a producir tres o cuatro veces más de lo que producíamos al principio y eso ha venido a hacer que la calidad de vida mejore para mí como productor y se ha podido proveer trabajo a las personas del cantón”, dice Helton.
Solamente en su cultivo hay diez personas empleadas que representan ingresos para igual número de familias y eso le brinda la satisfacción de que con su producción impacta en la calidad de vida de la comunidad.
Ernesto García
“Gracias al cultivo de la tilapia ahora puedo emplear a unas 18 personas”
Don Ernesto afirma que el mercado cercano no tenía la capacidad de comprarles todo lo que producían y con la oferta de consumo de Selectos se animó a aumentar su producción desde hace cuatro años.
Además de tener las jaulas de producción en el lago, también produce alevínes en su casa y tiene un cultivo de guayaba taiwanesa.
En sus jaulas de producción ahora emplea a unas 18 personas.
Destaca que gracias que hay una fuente de empleo en los cultivos de tilapia, han bajado los niveles de delincuencia en la zona.
Afirma que en los caminos vecinales no se ven grupos de jóvenes ociosos que podrían irse a las filas de la delincuencia.
Julio Flamenco
“Ahora tenemos un mejor mercado y es un proyecto que nos ha cambiado la vida ”
Iniciaron a producir con jaulas más pequeñas, pero cuando se les garantizó la compra de Selectos, comenzaron a producir más.
“Gracias a ese mercado comenzamos a crecer y seguimos buscando crecer más, antes nos dedicábamos más a la agricultura que a la acuicultura y ahora nos dedicamos más a esto, es nuestra prioridad”, dice don Julio.
Agrega que en lo personal y para las personas que laboran con él, el proyecto que les permite vender de manera directa a Selectos, les ha cambiado la vida.
“Ahora somos acuicultores, gracias a Dios la venta va para un mercado formal, porque cuesta salir adelante con un mercado que carece de demanda y no logra consumir lo que producimos”, apuntó.