El Jesusito de la niña Chayito se ha conservado con pequeños deterioros, a pesar de terremotos, eventos climáticos, la guerra civil, el coronavirus, y de haber tenido varios propietarios desde que el presbítero y doctor Isidro Menéndez lo mandó a tallar hace más de 166 años, para incentivar a la población a participar en la nueva celebración patronal de Ahuachapán, en honor al Dulce Nombre de Jesús.
No se sabe la fecha exacta de cuándo el presbítero, quien fue párroco de la ciudad por muchos años, mandó a tallar cerca de 300 Jesusitos para ser repartidos no sólo en las diferentes comunidades de la ciudad; sino también en aquellas “no tan próximas”, consigna un documento sobre las fiestas, escrito por el doctor Horacio Magaña.
Estos debían de ser llevados en peregrinación al templo Nuestra Señora de la Asunción los días previos a la festividad. La primera ocasión que se celebró al Dulce Nombre de Jesús fue el 20 de febrero de 1855.
Anteriormente la patrona de los ahuachapanecos era Nuestra Señora de la Asunción, pero las dificultades climáticas provocadas por el invierno, hacían que su celebración tuviera varios obstáculos.
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El Jesusito de la niña Chayito es uno de los 15 originales que, probablemente, aún se conservan y que fueron distribuidos hace más de siglo y medio, relató el coordinador departamental de la Casa de la Cultura de Ahuachapán, Walter Elías.
Éste, incluso, inicialmente no fue entregado en Ahuachapán; sino que a una familia residente de Salcoatitán, en Sonsonate.
Perteneció a las hermanas María y Carmen Molina, quienes peregrinaban con su imagen a Ahuachapán durante las fiestas patronales y se hospedaban en la casa de doña Chayito, cuyo nombre completo era María del Rosario López.
En 1975 falleció María, a la edad de los 80 años; un lustro después, también falleció su hermana, Carmen, pero antes le pidió a la niña Chayito que “se hiciera cargo de la imagen y pidiera por el descanso de sus almas”, relata un artículo periodístico de Roberto Díaz Zambrano, publicado en El Diario de Hoy el 4 de febrero de 2005.
La niña Chayito cumplió la promesa realizada a las hermanas sonsonatecas hasta que falleció, el 3 de agosto de 2006, a la edad de 90 años.
Elías también relató que inicialmente fue a otra persona, un hombre, al que le entregaron al Jesusito; pero que él prefirió que lo tuviera la niña Chayito para que continuara con la devoción.
Actualmente la propietaria del Jesusito es Rosario del Socorro López, nieta de la antigua dueña, quien se lo ha proporcionado temporalmente a la Casa de la Cultura de Ahuachapán para que sea expuesto en el marco de las fiestas patronales, que serán el 13 y 14 de febrero.
“Según lo que dicen los hermanos de la iglesia, esta imagen tiene varios años de que no llega para las fiestas patronales a la iglesia. Es más, el padre Oseas (Borja), que es el párroco, quiere venir a conocerla. Quiere venir a ver esta imagen que posiblemente sea unas de las pocas, muy pocas, imágenes originales que todavía tenemos la posibilidad de apreciar porque se han ido perdiendo por diferentes motivos. Siendo conservadores, digamos que el padre Isidro Menéndez haya hecho 200 imágenes, de esas podríamos decir son unas 15 las que vienen a las fiestas, de las imágenes originales”, expresó Elías.
Agregó que lo tendrá expuesto en la Casa de la Cultura a partir del sábado 6 de febrero; pero antes fue sometido a una cuidadosa limpieza, sin químicos, debido a que al quitarle la túnica, presentaba insectos y el desprendimiento de uno de sus brazos.
“Es una imagen de bastidor, en la parte de arriba es de media talla. La mitad del cuerpo es una talla completa y tiene sus brazos articulados, que se pueden mover en varias direcciones para que pueda fijarse de la cruz. No sé si la plataforma, característica de las imágenes en madera, es original de él o ya se la habían cambiado. La verdad que esta plataforma no soporta el peso de la imagen; eso hacía que se fuera para adelante. Optamos por agregar una plataforma más grande”, expresó el coordinador departamental de las Casas de la Cultura.
Además le faltaba la cruz, que es una de las características del Dulce Nombre de Jesús; por ello le fue elaborada una para realizar la representación de la cruz a cuestas.
La túnica que tiene data de cuando el Jesusito fue entregado a la niña Chayito.
La idea de exponer la imagen surgió debido a que la cofradía del Dulce Nombre de Jesús de Nahuizalco, Sonsonate, no realizará su tradicional peregrinación hasta Ahuachapán debido a la pandemia provocada por coronavirus.
Sus miembros se alojaban en la Casa de la Cultura; pero para este año anunciaron que llegarán y se retirarán el mismo día de los festejos patronales.
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