El diablo: ¿chivo expiatorio de la maldad humana?

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Alianza es el campeón del torneo Apertura 2020 de la Primera División de El Salvador. Foto EDH

Por Carlos Balaguer

2021-01-31 5:24:38

“Se le metió” o “se le salió el diablo” dicen cuando un fulano asesina, daña o comete una barbarie. La imagen mitológica de Satán se vuelve responsable del hecho, exculpando en cierta forma al individuo ante el juicio popular y religioso. No ante la ley, claro está, para la cual el acusado (testaferro del mal) no ha cometido un pecado sino un delito. Es así cómo el indulto moral del pecador sólo tiene dos caminos: inculpar al diablo de sus acciones o arrepentirse ante Dios. En mi cuento “El Espantapájaros sin Paraíso” el celador de paja pregunta a un recién llegado: “¿Quién eres, viajero que llegas desde feudos lejanos?” “Soy un pobre diablo”, respondió aquél. “Vago errante, sin encontrar dulzura ni perdón. La humanidad me achacó su propio pecado y sus culpas. Pero mi culpa, Señor del Maizal, es la de ser un diablo bueno. Y éstos sólo pueden existir en la tierra del imposible”. “Puedes entrar al paraíso”, dijo el espantapájaros, compadecido del pobre diantre. En esos campos del eterno romance tu trabajo será plantar margaritas del campo. Mañana los hombres se juzgarán a sí mismos y sabrán quién fue culpable o inocente. Mientras tanto, sigue plantando perlas”. Así el diablo arrepentido se puso a sembrar flores. <“El Espantapájaros sin Paraíso” C. Balaguer-Amazon>