Como si se tratara de banderas, las camisetas de C. D. Águila y de Alianza F. C. ondeaban, este 30 de enero, en los pequeños comercios a las afueras del monumental estadio Cuscatlán, a menos de 24 horas para celebrarse la gran Final de Torneo Apertura 2020.
Vendedores de camisetas, suvenires y alimentos están “conscientes” que sus ventas no serán como en otras Finales debido a la reducida afluencia que habrá como medida de prevención por el alto número de contagios de COVID-19.
Los vendedores de suvenires de ambos equipos están a la expectativa de que las ganancias puedan ser “buenas”, a sabiendas de que el aforo para esta justa deportiva ha sido reducido hasta el 30 % para “evitar aglomeraciones”, según la Federación Salvadoreña de Fútbol, y evitar una mayor propagación de COVID-19.
“Indiscutiblemente, como no va a venir toda la afición, vamos a vender menos; pero en parte mejor porque así no hay muchos contagios”, dice un vendedor que pidió el anonimato.
Acá, los hinchas naranjas o albos pueden adquirir una camisola de su equipo entre $12 y $15 de talla adulta y entre $8 y $12 para niños, gorras a $8, sombreros entre $8 y $10 y además, mascarillas del Alianza y del Águila a $3.
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“Andamos con mascarilla, (cumplimos) con el distanciamiento para que no se me llene el área para medirse las camisas, tenemos alcohol gel y por si alguien no tiene mascarilla nosotros le brindamos una”, asegura Geovani Alfaro, un comerciante de Ciudad Delgado. Acá, no todos los vendedores usan mascarilla, pero aseguran que cumplirán con todas las medidas de bioseguridad el día “D”.
“Tenemos alcohol gel, mascarilla, le exigimos a los clientes el uso de mascarilla”, afirma Juana Hernández, una vendedora de comida quien se dedica desde hace 25 años a este negocio.
Hernández espera que muchos comensales lleguen a disfrutar de sus platillos, los cuales cuestan $3 y $4, los que sirve solo para llevar. En Finales anteriores, lograba vender hasta 300 platos; para esta, se ha programado solo con 100. “Pero esperamos que se vendan más”, anhela esta cocinera.
El sol está a punto de ponerse y en dos horas únicamente cuatro conductores se han detenido a querer comprar una camiseta.
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“Nosotros esperamos vender, pero estamos conscientes que no será igual como en otras Finales que se han vivido, porque la gente va a preferir ver por televisión el partido porque sabe que si viene al estadio corre un riesgo”, añade Alfaro.
Otros de los comerciantes que aseguran verse afectados con la reducida afición para la Final son los llamados “revendedores” quienes este sábado negociaban las entradas a $5 más del precio en taquilla. “Mañana quizás las entradas de $60 (platea) las tendremos que vender a $2”, lamentó uno de ellos, quien prefirió no identificarse.