El presidente Nayib Bukele ha sostenido una hostilidad hacia los medios de comunicación. Esa conclusión se desprende de cartas que congresistas estadounidenses demócratas y republicanos han enviado. También lo indican informes de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y acusaciones de diferentes periodistas que han sufrido ataques en esta gestión por hacer preguntas.
Asimismo, en el día a día se confirma que su gobierno no es abierto a los medios de comunicación. Bloqueos de información y negativa de funcionarios a contestar preguntas, uso político de la pauta publicitaria, hostigamiento a periodistas por parte del presidente y sus funcionarios, así como usar el poder regulatorio del Estado para acosar a medios de comunicación son conductas que ha llevado a cabo el gobierno actual.
Ante esto, ha sido emplazado local e internacionalmente y pocas voces, fuera de su círculo de funcionarios y seguidores, aprueban esta conducta.
Pero esta tarde, Bukele ha sido acuerpado por Rafael Correa, expresidente de Ecuador, quien enfrenta sobre sí una condena de cárcel por un caso de sobornos.
En un tuit, Correa manifestó que “con el presidente Bukele me separan abismos ideológicos, pero coincido totalmente en su postura con respecto a la prensa”.
En su tuit, cuelga un vídeo de una conferencia de prensa donde Bukele ataca a los periodistas y les señala de mentir y doblar la verdad. Sobre las palabras del presidente salvadoreño, el exmandatario ecuatoriano dice que “pueden revisar discursos míos muy similares”.
Rafael Correa es conocido en su país por lanzar ataques muy duros a los periodistas y utilizar el poder del Estado para castigar a medios críticos y opositores.
En su gobierno, se aprobó una ley de medios que sirvió de mordaza para los periodistas ecuatorianos, a quienes obligaba a reescribir hasta portadas y a quienes impuso duras sanciones económicas. Hubo demandas millonarias a periodistas por “daños morales y espirituales” al entonces presidente y hasta amenazas de muerte después de reportajes críticos a su gestión.
Además creó una red de medios gubernamentales que haciendo uso de fondos públicos intentó posicionar una “verdad oficial” y así ahogar las voces pluralistas e independientes. Además, en sus tradicionales “sabatinas” (espacios donde hablaba abiertamente), se dedicaba a difamar periodistas y lanzar ataques a la prensa.
Ese mismo Correa es el que hoy celebró la postura antiprensa de Nayib Bukele.
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Al respecto, el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, señaló que “no hay nada peor para los déspotas que soportar una prensa independiente. Esta regla se aplica a todos, sin importar su ideología”.
Esto, por la diferencia entre Correa, un hombre de izquierda, y Bukele, quien gobierna con prácticas cercanas a gobiernos de derecha. En su tuit, Vivanco añade que los ejemplos de políticos en contra de los medios “sobran: Bolsonaro, Chávez, Trump, AMLO, Uribe, Fujimori”. Ninguno de ellos tiene credenciales democráticas significativas.
Finaliza su tuit haciendo referencia al mensaje del exmandatario ecuatoriano: “Aquí tienen a Correa respaldando los ataques de Bukele a los medios”.