La federación salvadoreña de fútbol (Fesfut) encargada de determinar cuántos boletos serán vendidos para la gran final entre Águila y Alianza por el Torneo Apertura 2020 de Liga Mayor redujo en contra de su voluntad la cantidad de los mismos.
Pero el cambio obedece a una merma de boletos que sigue sin responder al 30% del aforo en base a las medidas de seguridad, mismas que FIFA ha dictado para el Estadio Cuscatlán en partidos de gran magnitud y que han sido respaldadas por Néstor Castaneda, presidente de EDESSA (Ver nota).
La Fesfut se excusa en el aforo máximo que cita EDESSA en su web que responde a la cantidad de 44,386 aficionados dentro del Estadio Cuscatlán.
Sin enterarse, y sin hacer ningún tipo de fe de erratas, el organismo reconoció que la cifra inicial de los 14,620 boletos para la final entre albos y emplumados no compete al 30% del aforo tal y como acordó con el Ministerio de Salud en el protocolo sanitario para el ingreso a los estadios en este Apertura 2020.
Luego de la corrección, que según la Fesfut hizo, el aforo pasó de 14,620 a 13,450, una reducción de 1,170 boletos.
FIFA, según el reglamento de seguridad en los estadios, dice que “si una asociación o confederación organizan un torneo administrado y regido de su conformidad con su propio reglamento de competición, dicha asociación o confederación aplicará su reglamento de seguridad y el presente reglamento servirá únicamente de referencia”.
Continúa: “Este reglamento establece los requisitos básicos, no obstante, si el reglamento de seguridad de la confederación o asociación respectiva fuese más estricto o más exhaustivo con algunos o todos los principios estipulados en el presente reglamento, dicho reglamento debe prevalecer”, dice el organismo rector del fútbol a nivel mundial.
Es decir, si FIFA autorizó a EDESSA para que el Estadio Cuscatlán tenga un lleno de 30,000 personas en partidos de gran magnitud obedece a los “requisitos básicos” del reglamento en materia de seguridad. Que la Fesfut insista que el aforo máximo del recinto es de 44,386 aficionados es una clara desatención a lo mínimo que solicita FIFA para el “Coloso” de Montserrat.
Por tanto, la Fesfut debería haber calculado el nuevo aforo tras recomendación del Indes y el Ministerio de Salud, en base a lo que FIFA determina como seguro, no fundamentar la cifra en base al lleno máximo, que por supuesto no es permitido para juegos de fútbol, algo que saben de sobra.
La cifra de las 30,000 personas como tope no es ninguna arbitrariedad o capricho de EDESSA. La más reciente final que Águila y Alianza disputaron reportó el ingreso de 25,000 aficionados mientras que la última final disputada de Liga Mayor entre FAS y Alianza dejó la cifra de 29,510 personas. Cantidades muy lejanas a los 44,386 que toma Fesfut para elaborar su “adecuación” de aforo.
Según CANCHA pudo constatar también, cuando la Selecta hizo temblar al Estadio Cuscatlán recientemente, los números de ingreso tuvieron también una distancia notable del aforo máximo al que se ampara la Fesfut:
Clasificación a Rusia 2018 – 03 de septiembre de 2016: El Salvador 1-3 México (25,633 espectadores)
Clasificación a Rusia 2018 – 25 de marzo de 2016: El Salvador 2-2 Honduras (15,236 espectadores)
Clasificación a Brasil 2014 – 12 de junio de 2012: El Salvador 1-2 México (29,712 espectadores)
Clasificación a Sudáfrica 2010 – 06 de junio de 2009: El Salvador 2-1 México (33,000 espectadores)
Clasificación a Sudáfrica 2010 – 28 de marzo de 2009: El Salvador 2-2 Estados Unidos (30,350 espectadores)
El aforo corregido en base a los 30,000 que pide FIFA como máximo para garantizar la seguridad debería ser de 9,000 espectadores divididos entre hinchas de Águila y Alianza, no los 13,450 que ya fijó la Fesfut, atendiendo que al Estadio Cuscatlán le caben 44,386 personas.
¿Qué clase de eventos congregan semejante cifra de ingreso al “Cusca”? Claramente reuniones masivas de otra índole y no correspondientes a partidos de fútbol, menos aún avalados por la FIFA. La preventa comenzó ya esta tarde y no parece que exista otro retroceso más de boletería ¿habrá sanciones?
Una de las razones de la insistencia de la Fesfut en reunir cuanto aficionado pueda, como bien se sabe, es porque la mayoría de equipos siguen amparados en la taquilla para sobrevivir; situación que dirigentes siguen sin corregir desde hace décadas y menos con la pandemia encima.