Sus macabros asesinatos y abusos sexuales de menores de edad perpetrados en Alemania llegaron a perturbar a toda Europa. Su siniestra historia de crímenes inició en 1992, atacaba principalmente en el norte de Alemania.
Su nombre es Martin Ney, quien fue descrito por sus víctimas como alto y fuerte. Siempre atacaba de noche, enmascarado. Inició sus fechorías en casas escolares, campamentos y hogares de jóvenes. A partir de 1994, comenzó a irrumpir en viviendas unifamiliares.
A sus 50 años el asesino serial que cumple condenado a cadena perpetua en su país por el asesinato de tres niños, fue acusado en Francia por el asesinato en 2004 de un niño de 10 años, un caso que horrorizó al país.
Nuevo crimen
Apodado por los medios alemanes como “El hombre enmascarado”, está acusado de secuestrar y asesinar al niño Jonathan Coulom durante un campamento escolar en el oeste de Francia, explicó la fiscalía.
El cuerpo de Jonathan fue encontrado un mes después de su desaparición atado a un bloque de cemento en un estanque cerca de Guerande (costa oeste de Francia).
El acusado, que confesó el crimen a otro recluso, ha sido transferido a la ciudad francesa de Nantes desde la prisión de alta seguridad alemana donde cumple condena, declaró Catherine Salsac, la abogada de la familia de la víctima.
Ney, que cometió sus crímenes con el rostro tapado con máscaras y pasamontañas, fue condenado en 2012 a cadena perpetua en Alemania tras confesar haber asesinado a tres chicos con edades comprendidas entre 8 y 12 años.
“Los investigadores encuentran similitudes en el método usado en estos crímenes”, afirmó la abogada Salsac.
La prensa británica relaciona a Ney con la desaparición de la niña de 4 años Madeleine McCann, vista por última vez en 2007 en la casa de veraneo de sus padres en Portugal.