Nos quieren imponer un Estado militarista

Vean la historia y la actualidad de cualquier democracia consolidada (Estados Unidos, Alemania, Francia, España, etc.) y advertirán que los ministros de Defensa son, desde hace décadas, civiles

descripción de la imagen
Fotos EDH Ricardo Flores

Por Enrique Anaya

2021-01-25 8:50:03

PUESIESQUE…por si alguna duda quedaba a quienes se pasan de ilusos, la reunión que el pasado sábado sostuvo el espurio Comité ad hoc para la reforma constitucional deja en evidencia la deriva militarista de la actual administración presidencial.
Así, pues, a los golpistas no les basta que el Ministro de Defensa Nacional haya liderado la toma militar de la Asamblea Legislativa, sino que en lugar de estar penalmente procesado (que es lo que corresponde), lo mandan a reunirse con el vergonzoso Comité ad hoc, para decir, en esencia, que la Constitución debe reformarse para conceder un rol político a la Fuerza Armada (FF.AA.).
El Ministro de Defensa —ese mismo señor que es modelo de videos de pelacocos— justifica tal petición aseverando, según lo publicado en múltiples medios de comunicación, que los militares se cohíben de actuar “como un ciudadano normal” (supongo que estará hablando por él mismo, reconociendo que no actúa normalmente…aunque eso ya lo sabemos), y que por ello es necesario otorgar, hasta “un cierto límite”, que los militares sí puedan participar en política.
Pero, ¡Virgen Santísima!, ¿de qué cueva del período jurásico han sacado a ese señor?
Frente a semejante propuesta, bastaría recordar la transformación que experimentó la FF.AA. a consecuencia de los Acuerdos de Paz, configurando y limitando la misma a la defensa nacional, sujeta al poder civil. Esta administración presidencial nos quiere retroceder al menos 40 años en el desarrollo político del país.
Además, con franqueza, si ese ilegítimo Comité ad hoc contara con al menos un integrante que conociera lo elemental de derecho constitucional, inmediatamente le habría replicado al Ministro que en cualquier democracia constitucional es esencial que la FF.AA. no intervenga en política, y que uno de los mecanismos más eficientes y eficaces para garantizarlo es que el Ministro de Defensa sea un civil, ¡no concederle rol político a la FF.AA.!
Vean la historia y la actualidad de cualquier democracia consolidada (Estados Unidos, Alemania, Francia, España, etc.) y advertirán que los ministros de Defensa son, desde hace décadas, civiles (así se trate de exmilitares, como Colin Powell o, actualmente, Lloyd Austin III, Secretario de Defensa de los Estados Unidos de América), pero no militares de alta. En efecto, para garantizar que la FF.AA. sea—como dice la Constitución— una institución “obediente, profesional, apolítica y no deliberante” y, sobre todo, para evitar que los integrantes de la FF.AA. sean involucrados y manipulados en temas y situaciones propias de la política partidaria y/o coyuntural (como ha sucedido de modo evidente en la actual administración presidencial), lo óptimo es que el Ministro de Defensa sea un civil, no un militar de alta.
Y es que si nos ponemos técnicamente estrictos, desde una perspectiva jurídica es constitucionalmente incompatible que el Ministro de Defensa, que es un cargo estrictamente político, sea un militar de alta, ya que ello vulnera el carácter apolítico de la FF.AA.
Quizá logre hacer espacio en la agenda para preparar y presentar una demanda de inconstitucionalidad contra el nombramiento del Ministro de Defensa.
P.D.: por cierto, es una tomadura de pelo, prácticamente una ofensa a la ciudadanía, que integrantes del fraudulento Comité ad hoc afirmen que la reforma constitucional que están planificando (en realidad, quieren hacer una nueva Constitución) es resultado de una consulta popular. Vaya atrevimiento. Consulta popular es la que hicieron en Chile, donde más del 50% de los ciudadanos electores participaron en el plebiscito para disponer que sí desean cambiar la Constitución, y casi el 80% votó a favor del “Apruebo”. Esa es consulta popular, y no que 3 o 4 cheros se reúnan los fines de semana.

Abogado constitucionalista.