Las osamentas de dos personas fueron localizadas durante las últimas horas en una fosa situada en el cantón El Limón, del municipio de Colón, La Libertad.
Los restos humanos permanecían a enterrados a poca profundidad, y hoy el equipo especializado en arqueología forense de la Fiscalía ha comenzado su trabajo en el lugar.
“Un hombre alertó sobre el hallazgo de un pedazo de hueso que sobresalía de la tierra, de allí partió el rastreo de la Policía en la zona”, comentó un inspector de la Policía.
Además, comentó que junto a los huesos hay uniformes oscuros con distintivos de una empresa de comida rápida, y también un pequeño maletín.
El personal de la Fiscalía presume que la zona es utilizada como cementerio clandestino. En la zona delinque la pandilla 18.
“Iba a encontrarse con un amigo”
El 29 de noviembre del año pasado se conocieron detalles sobre la desaparición de dos repartidores de comida rápida, sucedió en la zona de Lourdes, Colón, La Libertad.
Uno de ellos es Diego de León Sibrián quien, según parientes, se dirigió hacia ese lugar el 27 de noviembre para encontrarse con un amigo, quien le prestaría dinero.
“Lo único que me dijo es que había un gran tráfico y desde entonces no sé de él. Él ya había salido de laborar, iba a encontrarse con un amigo porque le iba a prestar dinero”, comentó Carolina Patricia Ayala, su esposa, dos días después de haber perdido contacto con el joven.
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Carolina mencionó en aquel momento que su esposo mantenía una rutina del trabajo a su casa donde la apoyaba con el cuido del pequeño bebé de ambos de apenas 12 días de nacido.
“Supuestamente si llegó a encontrarse con el amigo, porque el otro muchacho está desaparecido también”, destacó.
Para la esposa de León Sibrián fue sospechoso que ambos desaparecieran pues el amigo de su esposo residía en Lourdes. Diego y su familia vivía en Santa Tecla.
La persona a la que visitó de León Sibrián para entregarle el dinero había sido compañero de trabajo temporal en la empresa de entrega de comida rápida donde trabajaba. Apenas tenían cuatro meses de conocerse.
Al parecer, los jóvenes sí se encontraron ya que el DUI de su esposo estaba en la caseta de ingreso a la residencial donde vivía su amigo.
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La esposa relata que tenía un año y medio de trabajar en la empresa donde estaba.
“Regularmente se movía de la casa al trabajo y en su día libre hacía un trabajo extra con otra empresa de entrega de comida”, detalló.