Las violaciones de las que nadie habla: las mujeres trans que sobrevivieron al conflicto armado en El Salvador
Los abusos durante el conflicto armado también alcanzaron a un sector de la población poco visibilizado para los años 70: las mujeres trans. A 29 años de la firma de los Acuerdos de Paz, dos mujeres trans rompen el silencio sobre lo que sufrieron.
Por Jessica Orellana
2021-01-18 6:00:58
-
-
“Una vez unos soldados me violaron y después cuando yo estaba en el suelo me golpearon hasta dejarme inconsciente, unas amigas me recogieron pero pase horas tirada en la calle”, recuerda la mujer quien suma 59 años de vida. Comenta que ya perdió la cuenta de todas las agresiones y violencia que ha sufrido a lo largo de su ciclo de vida.
-
-
“A mi desde pequeña me gustaba vestirme como mujer. De siete años me ponía los zapatos de mi hermana, los brasieres de mi mamá, ella siempre me regañaba pero a mí no me importaba”.
-
-
Huir de un soldado durante los tiempos del conflicto era imposible, explica. Recibía humillaciones, agresiones y captura en silencio. Sin confrontar. Todo por ser trans. No había delito. En aquella época, justo para 1984, a cinco años de desencadenado el conflicto armado, el rumor de que un batallón militar secuestraba a mujeres trans en el centro de San Salvador, por la zona roja conocida como La Praviana, se convirtió en una advertencia para evitar la confrontación. Y en un recordatorio de que ellas no tenían garantizado el goce de sus derechos como personas.
-
-
Julissa Rivas, de 59 años, narró la vejaciones que sufrió en tiempos del conflicto armado. Foto EDH /
-
-
“Esta fotografía hasta mentira puede ser, tengo pocos recuerdos de ese día, ahí vamos con mis hermanas (amigas) La Veronica, Diana, La Vanesona y yo”, recuerda. Después de unos segundos de hacer una pausa continua: “las tres estan muertas, solo yo estoy viva”, confiesa al ver una fotografía de la primera marcha del orgullo en 1997.
-
-
“Nosotras nos reunimos y de repente alguien decía que fulanita había desaparecido, que mejor ya ni preguntemos porque lo más seguro es que estuviera muerta, en esos día no había justicia y peor que una iba andar exigiendo. Nosotras seguíamos con nuestras vidas, orando que no fuéramos las siguientes.”
-
-
“Da miedo ser una mujer trans por todas las situaciones de intolerancia, la gente lo ve de menos, lo humillan y no debería ser así”, dice Julissa, quien por muchos años formó parte y trabajo con Aspidh Arcoiris Trans. Ahora se dedica a hacer mandados para ganar un poco de dinero. Ella sigue viviendo en la casa de sus padres. Dejó el trabajo sexual por el peligro que representa.
-
-
La firma de los Acuerdos no trajo precisamente paz para El Salvador. Desde 1993 inició una escalada de violencia sin precedentes. Distintos organismos internacionales han comparado las cifras de muertes violentas, desapariciones y secuestros ocurridos durante el conflicto armado con respecto al breve periodo en que los homicidios, las desapariciones, secuestros y otros delitos aumentaron rápidamente después de 1992. Y es hasta el 2010 que la violencia contra la mujer es contemplada en una legislación especial y que la violencia contra las personas LGBTI comienza a ser vista y considerada como un problema de seguridad.
-
-
“No recuerdo cuántas veces fui abusada por los cuerpos de seguridad. Creo que como seis veces fui a parar detenida por la Policía Nacional y llevada a la media luna. Así le decían a una bartolina que estaba en el Castillo de la Policía. Ni delito había, solo me decían «vaya vos culero, subite que te vamos a detener». Nosotras preguntábamos por qué y solo a reír se ponían”. Estos son los recuerdos que guarda Nancy de su vida durante el conflicto armado.
-
-
Uno de los grandes logros de Nancy es no haber muerto durante los 12 años, tres meses y un día que duró el conflicto armado. Actualmente tiene 57 años de edad. Foto EDH / Jessica Orellana
-
-
Los soldados y oficiales eran amigos y enemigos de ellas para esa época. Cuando no las violentaban, les pagaban por sexo. “Los mismos militares nos contaban cómo había casos donde no perdonaban la vida de nadie. Yo fui testigo de cuántas mujeres trans fueron desaparecidas y asesinadas con crueldad porque no solo es que las mataban, las desfiguraban para que nadie las identificará con un odio horrible”.
-
-
“Pero no fue que hoy se acabó la guerra y ya nosotras estábamos con paz, eso no fue así le mentiría, nosotras siempre hemos sido asediadas, violentadas y matadas”, reflexiona Nancy. Para ella desde hace una década existe un poco más de respeto para las personas con una orientación sexual, identidad y expresión de género distinta al binomio hombre-mujer.