El medicamento Ivermectina, cuyo nombre se ha popularizado porque hay médicos que la usan como parte del tratamiento contra el COVID-19, es vendido en las farmacias sin necesidad de presentar la prescripción médica.
La venta del fármaco tenía restringida su venta, pero de acuerdo a diferentes fuentes consultadas, la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM) quitó el requisito.
La Ivermectina es un medicamento ya certificado y que es recetado para las infecciones parasitarias, en fórmula tanto para animales como para humanos. Y es utilizado para tratamientos de parásitos externos como piojos y enfermedades de la piel.
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Una publicación de Revistamedica.com, que hizo un balance de 62 artículos científicos relacionados al tema, reflejó que el medicamento puede generar efectos adversos en los pacientes, “como visión borrosa, pérdida de apetito, distensión abdominal diarrea, mialgia (malestar muscular), estreñimiento, fiebre, insomnio, edema”, entre otros.
Personas que no deben utilizar Ivermectina
Personas con daño hepático,o embarazadas. No administrar si está dando de lactancia materna. No se debe de usar en niños menores con peso abajo de 33 libras.
Tanto el Colegio Médico como la Asociación de Industriales Químico-Farmacéuticos de El Salvador, coinciden en que hay venta libre de Ivermectina.
Sin embargo, Miltón Brizuela, presidente del Colegio Médico, explicó que la DNM aún no ha notificado al ente colegiado sobre la nueva disposición.
El Diario de Hoy consultó a la Dirección Nacional de Medicamentos sobre la autorización de venta libre del medicamento, las razones y parámetros para catalogarla como fármaco de venta libre, además de tener el precio estimado para la venta; sin embargo, el vocero de Comunicación de la dirección dijo que la institución no daría postura sobre el tema.
El fármaco es vendido y promocionado como venta libre por diversas farmacias . El costo oscila entre los $48.26 hasta los $ 31.96, y algunos ofrecen servicio a domicilio.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha advertido que el fármaco genera reacciones que pueden desencadenar sarpullido, lesiones hepáticas, hinchazón en el rostro o las extremidades.
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Desde marzo pasado, con el estallido de la emergencia por le nuevo virus, decenas de laboratorios a nivel mundial comenzaron a explorar qué medicinas ya avaladas podían frenar el COVID-19, y en abril representantes del Instituto de Biomedicina de Australia de la Univesidad de Monach informaron que, tras un estudio de cultivos celulares “in vitro” (en laboratorio), habían comprobado que el uso de la Ivermectina había reducido el avance del ARN viral del Sars-Cov-2 de forma significativa, arriba del 90%.
Ante la situación de emergencia y en medio del impacto que estaba teniendo el COVID-19 a nivel global, muchos países decidieron adoptar la Ivermectina como parte del manejo del nuevo coronavirus, tanto de forma preventiva como de tratamiento. Sin embargo, los estudios revelaron que debía prescribirse en grandes proporciones.
Para Carlos Ortega, especialista en virología de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador, efectivamente la Ivermectina no ha pasado por fases de estudio para ser un antiviral contra el COVID-19 y no tiene certificaciones internacionales para ello; sin embargo, a la luz de la emergencia y los datos que han arrojado los estudios en laboratorio, no ve mal su uso.
El epidemiólogo Roberto Vidrí en agosto de 2020 explicó a El Diario de Hoy, que no hay medicamentos para prevenir o curar el COVID-19 y que lo que hacen los médicos, actualmente, es tratar los sintomatología que produce el virus como, fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, tos seca, dificultad para respirar, entre otros.
“La Ivermectina no debería de usarse de manera generalizada para COVID-19. Las decisiones se basan en la carga de evidencia. En este momento la evidencia indica que no funciona contra COVID-19, aunque podría cambiar en el futuro. Por lo tanto, no debería formar parte del protocolo actual”, argumentó Roberto Vidrí.
El Gobierno de El Salvador, al igual que Brasil, Honduras y Estados Unidos, utilizan la Ivermectina en el tratamiento de las personas que se infectaron de COVID-19.
Vidrí expuso que no necesariamente es el fármaco el que ayuda a la recuperación de las personas con el virus sino que, “la mayoría de personas se recuperarán de COVID-19 sin ninguna intervención. La asociación es equivocada: se curaron porque lo iban ha hacer de todas maneras, no por el medicamento”, dijo Vidrí.
El jefe de infectología del Hospital Rosales, Rolando Cedillos, también explicó, en agosto pasado, que la evidencia científica, hasta este momento, señala que las personas infectadas no necesariamente van a desarrollar los síntomas y que era irresponsable fomentar la automedicación, cuando no existe medicamento profiláctico.
“Dan medicamentos como se le ha dado al paciente (confirmado) a personas asintomáticas, cuando ningún medicamento ha demostrado prevenir y curar el COVID-19, es irresponsable”, opinó Cedillos sobre el kit de medicamentos dado por el Gobierno, que incluye el fármaco.
Las declaraciones del especialista están basadas en el comportamiento de la enfermedad, según el Centro para el Control y la Prevención (por sus siglas en inglés, CDC), en donde se expone que la mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan de la enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario. Y 1 de cada 5 personas que contraen la COVID-19 acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar.