Las autoridades fiscales registraron los desaparecimientos de 2,251 personas entre el 1 uno de enero y el 21 de diciembre del año recién finalizado, es decir, que en promedio seis salvadoreños desaparecieron cada día en 2020.
La cifra anterior es superior a la cantidad de muertes violentas registradas en 2020 en que se contabilizó 1,322 homicidios. Por segundo año consecutivo, el número de personas desaparecidas supera a la cifra a las muertes derivadas de la violencia criminal.
La Fiscalía General tiene segregada los casos de desapariciones en: desaparición y privaciones de libertad.
En el informe se detalla que 1,601 de los casos están catalogados como privaciones de libertad, y que la mayoría de las víctimas no aparecen; mientras que 650 son consideradas como desapariciones.
El comportamiento estadístico de las desapariciones en el primer trimestre del año pasado tenía una tendencia al aumento. Solo entre enero y marzo se reportaron 649 casos de personas desaparecidas para un promedio de siete desaparecidos por día.
Ya en el segundo trimestre del año (de abril a junio) hubo una leve reducción de los casos. Hay que recordar que en esos tres meses se tenía el encierro domiciliar obligatorio por la pandemia del COVD-19 que inició el 21 de marzo.
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Es así que en ese trimestre se reportó 378 desapariciones de personas, equivalente a un promedio de cuatro por día.
Ya en julio, cundo inició paulatinamente la reapertura de la actividad económica y los ciudadanos empezaron a salir de sus casas, los casos comenzaron a incrementar de nuevo. Entre julio y septiembre, la Fiscalía General recibió 569 denuncias de personas desaparecidas. En esta época el promedio volvió a subir a seis por día.
Para el tercer trimestre del año, la situación comenzó a variar, es decir, que hubo meses en los que aumentaba el número de desaparecidos y se reducía en otros.
Por ejemplo, octubre registró 240 casos de desaparecidos, la mayor cantidad registrada en el año, de acuerdo a las cifras de la Fiscalía.
En el último trimestre de 2020, el Ministerio Público recibió 655 denuncias de estos casos, ya sea porque las privaron de libertad o se extraviaron sin dejar rastros de sus paraderos. En el cuarto trimestre, el promedio se incrementó a siete personas extraviadas por día, similar a como comenzó el año 2020.
Para 2019, la Fiscalía General registró las denuncias de 3,175 personas desaparecidas.
Las autoridades de Seguridad Pública aseguraron que el año 2020 cerró con reducción en el orden del 35 por ciento de los casos de personas desaparecidas. Sin embargo, no detallan la cantidad de denuncias recibidas por trimestre ni tampoco cuántos casos registraron en todo el año.
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Fiscalía registraba en el primer semestre de 2020 que el 57 por ciento de los desaparecidos eran hallados, pero no detallan si con vida o asesinado. El restante 43 por ciento todavía seguía sin aparecer.
Jóvenes son los más vulnerables
Los jóvenes de 12 a 30 años de edad es la población más vulnerable a desaparecer. Otro de los segmentos de edad de la víctima que desaparecen con frecuencia es entre 31 y 40 años de edad, según cifras de la Fiscalía. Es decir, es el sector en edad productiva.
Fuentes policiales consultadas explicaron que en la mayoría de los casos de jóvenes desaparecidos están involucradas las pandillas, ya sea porque la víctima era rival, porque residía en una zona con presencia de la mara rival o porque las adolescentes son pretendidas por pandilleros y ellas los rechazan entre otras motivaciones.
Con respecto al área geográfica, la zona central es donde se concentra la mayor parte de las desapariciones. San Salvador es el que encabeza el listado de los departamentos que registran la mayor cantidad de casos a nivel nacional. Le sigue La Libertad como el departamento con más casos.
Sonsonate es el tercer departamento que tiene más desapariciones de personas en la zona occidental y San Miguel el departamento con mayor cantidad de casos a nivel de la zona oriental.
Entre otras causas más frecuentes de las desapariciones tienen que ver con ausencias voluntarias, causas socioeconómicas, problemas familiares entre otras razones.
A las anteriores se le suma la privación de libertad de la persona, el desaparecimiento de forma misteriosa o por delitos sexuales, según la institución fiscal.