Unas 156 cabinas o módulos serán construidos en El Salvador con el objetivo de implementar la vacuna contra el COVID-19. Así lo dio a conocer el ministro de Salud, Francisco Alabí.
El costo total de las cabinas será $5 millones, según confirmó Alabí durante su comparecencia el martes ante la comisión especial que indaga el uso de los fondos para combatir la pandemia.
Según las declaraciones del funcionario, cada cabina tendrá un costo estimado de $32, 000. El Salvador aún no cuenta con las vacunas para el COVID-19. Entre los primeros países de América Latina que comenzaron a vacunar a su población están México, Costa Rica y Chile.
LEE TAMBIÉN: Gobierno incumple su propio plazo de fase 3 de hospital Cifco
“Seguimos trabajando en la instalación de 156 módulos de vacunación, contamos con 2,000 equipos comunitarios de salud, quienes brindarán atención a la población en cada uno de estos módulos”, detalló el Ministerio de Salud en su cuenta oficial de Twitter.
Alabí también aseguró que El Salvador cuenta con “un plan y un esquema de vacunación fuerte”. Asimismo justificó la nueva inversión alegando que “El Salvador no va a vacunar a un porcentaje reducido, no sólo se le va a dar acceso al 20% de la población, se va a dar acceso universal”.
CONTINÚA LEYENDO: Ministro Alabí se contradice sobre subregistro de casos de COVID-19
La nueva estrategia sanitaria ha generado diversas reacciones. Usuarios en redes sociales han criticado que, por ejemplo, países de primer mundo como Estados Unidos están vacunando en canchas, estadios y otras infraestructuras ya establecidas.
En el sector de médicos y enfermeras, el costo de los módulos ha generado rechazo e indignación pues califican la acción como un despilfarro, debido a que el sistema de Salud Pública del país cuenta con 700 Unidades de Salud con infraestructura adecuada con cadena de frío para mantener la vacuna de AstraZeneca refrigerada con la temperatura requerida.
“Las unidades de Salud están dotadas con la infraestructura necesaria para mantener la cadena de frío, que es para mantener la vacuna refrigerada hasta el momento exacto en el que se aplica. Además la gente que va a las comunidades o que van a rutas itinerantes y que no puede acudir a las unidades llevan los termos que están normados y estandarizados con los requerimiento de la Organización Mundial de la Salud. Y que en este caso pueden funcionar. No necesitan una infraestructura adicional no es necesario, es una dilapidación de recurso”, sostuvo el ex viceministro de Salud, Eduardo Espinoza.
A juicio de Espinoza, Salud debió reforzar y gastar en los unidades de salud, donde ya existe lugares de vacunación.
“A mi modo de ver, eso (construcción) es una cuestión propagandística con fines electorales, pero que no responde a la necesidad, la vacuna contra la pandemia sencillamente (la construcción) tenía que haberse adicionado al esfuerzo que ya se tiene en los programas de vacunación, en los que el país ya cuenta con gran experiencia”, argumentó.
Eduardo Espinoza agregó que existen 570 Equipos Comunitarios de Salud Familiar que se encuentran a nivel nacional y que su trabajo es itinerante, los cuales están capacitados para la vacunación domiciliar. El exfuncionario destacó que fueron estos equipos de salud, los que en la administración pasada permitieron que El Salvador se posicionará con altas tasas de vacunación, superando a Costa Rica en tasa de inmunización.
Sin dar mayores detalles de cuándo llegará la vacuna contra el COVID-19 a El Salvador, Francisco Alabí mencionó que la vacuna que se aplicará es la de AstraZeneca. Que a diferencia de las vacunas de la empresas Pfizer y BioNTech que se administra en en Estados Unidos, Unión Europea, México, Chile y Costa Rica, que requieren debe ser almacenadas en una refrigeración a temperaturas ultrafrías de -70° centígrados.
Mientras que la vacuna de AstraZeneca que será aplicada en el país es más fácil de almacenar, ya que esta requiere de la temperatura normal de un refrigerador.