Esther deberá esperar con su casa en pie pero al borde del precipicio en la comunidad Nueva Israel

El hogar de Esther se ubica justo sobre el límite de las casas que el MOP comenzó a demoler. Las autoridades le han dicho que sí le brindarán ayuda pero no le detallan una fecha específica.

La comunidad sufrió severos daños durante las últimas tormentas que afectaron a el país y la región.

Por Óscar Portillo

2020-12-26 10:11:32

El Ministerio de Obras Públicas (MOP) comenzó con la demolición de 37 casas de la comunidad Nueva Israel en San Salvador. Las viviendas resultaron dañadas durante las tormentas Amanda y Cristóbal, entre los meses de mayo y junio pasados, por lo que el lugar se declaró como zona de riesgo. En ese punto se realizarán trabajos de mitigación, explicaron las autoridades.

“La Comisión Nacional de Protección Civil declaró el sector más vulnerable de la Nueva Israel como inhabitable. Esto implica que debemos hacer demoliciones de las viviendas y también obras de estabilización de taludes”, dijo el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, durante la jornada.

El funcionario agregó que buscan evitar que nuevas familias lleguen a habitar la zona, por ello proceden a demoler.

Las familias que residían en esas casas fueron albergadas en el Instituto Técnico Nacional (INTI) durante varios meses y luego reubicadas por el gobierno en el cuestionado proyecto habitacional Ciudad Marsella, en San Juan Opico, departamento de La Libertad.

Las familias fueron evacuadas después que la zona resultara dañada por las tormentas Cristobal y Amanda. Foto Oscar Portillo

Sin embargo, no todas las familias residentes en la comunidad Nueva Israel consiguieron formar parte de la lista de beneficiarios del gobierno. Es el caso de Esther Aguilar, cuyo hogar se ubica justo en el límite entre el bloque de casas demolidas y aquellas que no lo serán.

El argumento bajo el cual Esther y su familia no han sido incluidas en el programa es que la casa en que viven “está en pie y aún es habitable”, así relata que se lo comunicaron los delegados de Obras Públicas.

“Nos quedaremos aquí hasta que tengamos noticias”, dice y asegura que el personal del Ministerio les informó que serán incluidos en una segunda fase de entrega de viviendas, aunque no le especificaron una fecha concreta.

La casa de Esther y su familia se encuentra al borde del precipicio hacia el Arenal de Monserrat y desde su puerta podía ver como la casa de su vecino de junto era completamente destruida por el personal del Ministerio de Obras Públicas, algo que la llenó de incertidumbre.

El Ministro de Obras Públicas, Romero Rodríguez aseguró que las personas que aún no han sido beneficiadas con vivienda serán incluidas en una posterior solución habitacional, aunque no determinó detalles al respecto.

En tanto, las cuatro personas que viven en la casa de Esther continuarán viviendo en situación de vulnerabilidad, con su hogar casi en el aire y sin una solución a la vista.

Equipo del MOP empezó con la demolición de casas en la Comunidad Nueva Israel, San Salvador. Foto Oscar Portillo

Durante la tormenta tropical Amanda, ella y su familia perdieron bienes materiales y, aunque lamentan no poder recuperarlos por completo, agradecen que todos salieron con vida de esa emergencia, un recuerdo que los persigue a diario.

Luego de regresar del albergue, durante la emergencia por las tormentas Amanda y Cristóbal, Esther debió quedarse en su casa a resistir los siguientes meses del invierno. Su hogar ya había sido afectado por la fuerza del torrente.

Durante semanas, ella y su hermana se turnaban por las noches para vigilar que el nivel del agua del río no volviera a alcanzar los bordes de su casa, como sucedió la madrugada en que toda la comunidad Nueva Israel fue afectada por la crecida del Arenal de Monserrat.

De momento, ella se resigna a esperar a que el gobierno anuncie la solución habitacional que el ministro mencionó en su visita a la zona, durante los trabajos de demolición. “Fecha no nos han dado. Mientras, aquí vamos a habitar”, concluye.