“Así es la vida, ahí está mi hijo”, expresó José Elías Alfaro, este al mediodía frente al cadáver de su hijo, asesinado ayer al mediodía por presuntos pandilleros en una gasolinera de Apopa, al norte de San Salvador.
La víctima fue identificada como José Luis Alfaro Guevara, de 23 años, quien al momento de ser atacado, estaba en un kiosco de una empresa de telefonía, a donde se supone había llegado a comprar.
En el mismo hecho resultó con heridas de bala una vendedora de teléfonos celulares, quien fue trasladada a un centro hospitalario, donde quedó ingresada debido a la gravedad de las lesiones, según informaron fuentes policiales.
VER: “Así es la vida. Ahí está mi hijo”: padre de joven asesinado en Apopa
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De acuerdo con autoridades y familiares que llegaron a la escena del crimen, la víctima residía en la lotificación El Castillo 2, siempre en el municipio de Apopa.
De acuerdo con Elías Alfaro, su hijo trabajaba como albañil, aunque dijo desconocer el lugar dónde laboraba. Como todos los días, la mañana de este sábado salió hacia su trabajo, en su motocicleta, la cual quedó cerca del cuerpo.
Según la Fiscalía, quienes mataron a José Luis andaba en dos motocicletas. El cadáver presentaba ocho balazos.
Al lugar también llegó la compañera de vida de la víctima, quien está embarazada. Los familiares negaron que el joven estuviera vinculado a grupos de pandillas. Sin embargo, mientras esperaba que las autoridades retiraran el cadáver de su hijo hacia el Instituto de Medicina Legal, el padre de la víctima expresó: “Los hijos a veces ocultan cosas”.
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Sin noticias de comerciantes desaparecidos
Apopa es un municipio donde predominan la Pandilla 18 Revolucionaria y la Mara Salvatrucha. Los dos grupos tienen presencia en ese municipio, afirman fuentes policiales.
El 5 de diciembre, a pleno mediodía desapareció John Harley García Funes, de 20 años, cuando salió de su vivienda en la colonia Guadalupe, siempre en Apopa, hacia un taller automotriz y hacia el mercado de esa ciudad, donde tenía un negocio de lácteos y cereales, según dijo a sus familiares. Sin embargo, nunca llegó a ninguno de los dos lugares.
Tres días después, Amadeo de Jesús Campos Henríquez, desapareció entre la noche del 8 y la madrugada del 9 de diciembre, de su vivienda en la urbanización Jardines de Madre Tierra, a pocos metros de unas instalaciones policiales.
Según familiares de Campos Henríquez, quienes se lo llevaron también robaron las escrituras de dos viviendas y varias cajas de cervezas.
En ambos casos, las autoridades no han avanzado en las investigaciones, según expresan los parientes de ambos comerciantes.
Algunos se quejaron diciendo que en la oficina de la Fiscalía de Apopa cuando preguntan por el caso, les responden que están investigando pero que tengan paciencia, que no es el único caso de desaparecidos que indagan. Otro tanto sucede con la Policía, afirmaron.