El 2020 ha sido por mucho, un año de retos. Sin embargo este 2020 también ha sido, para muchos salvadoreños, un año de oportunidad para reinventarse, sacar el ingenio y sobre todo el valor de ser innovador en la “nueva realidad”.
Y esa fue precisamente “la oportunidad” que vislumbró el salvadoreño Pedro Aparicio cuyo negocio de realización de fiestas se vio severamente afectado debido al confinamiento y a la cancelación de todas las actividades sociales.
Aunque el panorama pintaba, no solo oscuro sino también incierto, Pedro impulsó su pasión por la fotografía y se las ingenió para poder ofrecer un servicio diferente y único, sin imaginar que eso sería “la salvación” no solo para su negocio sino que también sería “la salvación” de las ilusiones de muchos jóvenes salvadoreños que se graduaban este año.
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“Al iniciar el 2020 sentí que los graduados de los colegios que nos contrataron para fotografiar y filmar sus actividades estaban muy desilusionados por no poder celebrar a lo grande su triunfo académico. Tomé la iniciativa de ofrecerles una alternativa”, dijo Aparicio.
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Debido a los protocolos sanitarios, las celebraciones de graduaciones quedaron suspendidas a nivel nacional. Pero afortunadamente la visión de Pedro le permitió brindarle a muchos estudiantes la oportunidad de celebrar de una forma diferente y siguiendo todos los protocolos de bioseguridad.
“Fue un año difícil pero logramos organizar ciertas actividades para realizar una especie de cierre de esta etapa para los jóvenes”, señaló el fotógrafo que inmortalizó los valiosos momentos.
“Le apostamos a la fotografía nostálgica de las graduaciones. Si los jóvenes no tendrían ninguna actividad entonces creamos sesiones para que al menos ellos tuvieran las fotos de este momento memorable. Así llegaron a un estudio montado al aire libre y pudieron sonreír en familia de manera segura. Me sentí afortunado de poder brindarles una solución”, aseguró.



De aquella iniciativa lograron salir las más ocurrentes e impresionantes fotografías de graduación.
“Además de caravanas, se organizaron visitas al parque bicentenario para hacer fotos aéreas con drone. A pesar de todo lo malo que el 2020 implicó para los graduados siempre es su año, y de manera diferente o con protocolos pero había que hacer algo, y eso fue lo que logré”, relató.
No cabe duda de que la historia de Pedro es el claro ejemplo de que el salvadoreño sabe sobreponerse a la adversidad.
“Me conmovió mucho ver que varias familias llegaban con sus abuelitos, porque querían salir en la foto de graduación de sus nietos a pesar del riesgo de la Pandemia. Es muy curioso porque sigo siendo una micro empresa, pero que la pandemia me permitió hacer grandes cosas, y la valentía de proponer una alternativa de solución a pesar del temor al covid, creo que ha revalorizado la labor del fotógrafo. Con la fotografía podemos homenajear a nuestros seres queridos. Con la Fotografía resaltamos el momento histórico que vivimos, muy a pesar de las adversidades, nos paramos de frente y decimos: “Aquí estoy, puedo sonreír, a pesar del 2020”, aseguró Pedro.

