Celebremos en pequeños grupos para protegernos de la horrible pandemia

No podemos, a menos que se tomen las debidas precauciones, reunirnos con todas las personas que quisiéramos pero siempre que no sean más de cinco u ocho

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Costa Rica, país de 5 millones de habitantes, tiene un acuerdo con Pfizer y BioNTech para vacunar a 1.5 millones de personas. Foto/ EFE

Por El Diario de Hoy

2020-12-24 6:00:53

En estas Navidades no es aconsejable reunirse “con los miembros de la familia cercana”, con amigos queridos, con algún viajero conocido para rememorar la Nochebuena, el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en Belén, Palestina, en el seno de una familia judía.

Belén es una pequeña ciudad donde Santa Elena, madre de Constantino el Grande, construyó un templo sobre el lugar donde, según la tradición, nació Jesucristo. La entrada a la iglesia es baja, para impedir que jinetes sarracenos entraran al templo a profanarlo, pero también para recordar a los creyentes que la humildad debe ser su virtud. Por eso se llama “Puerta de la Humildad”.

La Basílica de la Natividad, en Belén, a diferencia del Santo Sepulcro y el Huerto de los Olivos, donde rezó Jesús antes de ser apresado, se encuentra en territorio palestino, a merced de que en un futuro el dictador turco Erdogan cometa la salvajada de convertirla en mezquita, como hizo con Hagia Sofía, cuyos esplendorosos mosaicos fueron destruidos por Mehmet, el turco que conquistó Constantinopla. Erdogan, némesis de la democracia turca, es el implacable enemigo de los kurdos y denunciado como financiero de grupos terroristas en Libia.

Es gratificante para el espíritu recorrer esos santos lugares, la tierra donde Jesús realizó su ministerio y sacrificio…
Por ahora no podemos, a menos que se tomen las debidas precauciones, reunirnos con todas las personas que quisiéramos pero siempre que no sean más de cinco u ocho, lo que por lo general es el núcleo de una familia normal: papá, mamá, niños, abuelos.

Pero siempre está a la disposición de una mayoría de personas el recurso de las comunicaciones digitales, los mensajes, el teléfono.

Desde ya se puede hacer mucho para que los encierros se aprovechen para hacer gimnasia, leer, ensayar nuevas recetas de cocina los que pueden…

La Navidad, la dulce fiesta que conmemora el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo

Estos son tiempos que requieren solidaridad, que todos, pero a distancia, se ayuden.

La memoria, “en sus alas doradas”, nos lleva a recordar navidades que pasamos bajo otros cielos, cada una muy especial, pero también las de la niñez salvadoreña de antaño, cuando los niños íbamos temprano a dormir después de haber comido tamales, “los mejores del mundo mundial”, con la emoción de encontrar el veinticinco, bajo la cama, los regalos que nos dejó el Niño Dios.

En España la Navidad se celebra con las luces de los almacenes y arreglos municipales en las calles. Las familias cenan la víspera pescado o mariscos o capones y pavo, pero es hasta el día de Reyes, conmemorando la llegada a Belén de los Tres Magos procedentes de Oriente, que hay regalos para los niños, entre los novios y las parejas, además de comer el “roscón”, un muy sabroso pan de frutas…

Los italianos, por su parte, ponen árbol con luces el 26 de diciembre, el día de San Stefano, y se regalan con una muy abundante y opípara cena la víspera de la Navidad con los platos propios de cada región frente al “Nacimiento”.
El día de Navidad hay otra comilona, regalos para los peques, entre parejas y novios, para luego, el veintiséis, otro gran festín…

Las navidades alemanas son muy de familia, escuchando música tradicional, comiendo salchichas, ensalada de papas y cuando es posible ganso o carne de cacería como venado o jabalí, bebiendo cerveza, vino caliente y licor de cerezas…

¡Feliz Navidad a todos nuestros lectores y audiencias, a todos los salvadoreños, a todas las personas de buena voluntad!