Después de casi ocho meses de cierre de operaciones producto de la pandemia COVID-19, la mayoría de los países en Latinoamérica y el Caribe han abierto fronteras y reanudado el transporte aéreo, recuperando así el 46% desus operaciones si comparamos el volumen del mismo periodo de 2019.
Esta reapertura y recuperación ha sido el resultado de la implementación de estrictos y robustos protocolos de bioseguridad que han sido desarrollados por los estados con la colaboración de operadores aeroportuarios y aerolíneas; estos se han basado en análisis de riesgo según las recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a través de su Grupo de Trabajo del Consejo para la Recuperación de la Aviación (CART, por sus siglas en inglés). Esta importante colaboración entre industria y estado ha convertido al transporte aéreo en uno de los medios de transporte más seguros y ha permitido que no se convierta en vector de contagio del virus.
Gracias a las medidas antes mencionadas, en 2020 han viajado a nivel mundial alrededor de 1,200 millones de pasajeros de forma segura, con únicamente 44 casos de contagio asociados al transporte aéreo —es decir, un caso por cada 27 millones de pasajeros transportados.
Sin embargo, la nueva realidad de viajar y los protocolos de bioseguridad han traído nuevos retos y desafíos para los pasajeros, aerolíneas, y estados. Los pasajeros aún deben navegar por un mar de distintos requisitos de viaje que se deben cumplir; las líneas aéreas deben revisar una infinidad de requisitos para garantizar que el pasajero cumple con los requerimientos para ingresar al país de destino; y, no menos importante, los estados tienen el reto de verificar la veracidad de las pruebas de COVID-19 y la identidad de quienes las presentan.
Es por ello que IATA, como el gremio internacional de líneas aéreas y líder en el establecimiento de estándares para la industria del transporte aéreo, se encuentra en la fase final de desarrollo del pase de viaje global y modular; es decir, un pase de salud digital, que permita, sin contacto, apoyar en mantener abiertas las fronteras de forma segura.
Esta aplicación, conectada a la robusta y actualizada base de datos TIMATIC —que mantiene actualizados los requisitos de viaje de cada país— permitirá que los pasajeros obtengan de forma precisa los requisitos de viaje y lugares idóneos para realizarse pruebas. Asimismo, las aerolíneas podrán comunicar los requisitos y verificar que el pasajero cumpla con ellos. Los gobiernos podrán verificar la autenticidad de las pruebas y los laboratorios emitirán certificados de pruebas para que sean reconocidos por los estados —después de un proceso de previo registro y validación.
La iniciativa busca que las personas tengan la mayor cantidad de información y puedan proveer a todos los actores interesados —gobiernos, líneas aéreas, entre otros— toda su información de viajes y que así puedan retomar sus viajes de forma segura en el corto plazo. Asimismo, busca que los estados confíen en que el transporte aéreo es un medio seguro, que cumple de manera rigurosa con los protocolos de salud y requisitos de pruebas, reafirmando así la seguridad como la principal prioridad de nuestra industria.
Se espera que las pruebas piloto se realicen durante diciembre y estén disponibles para las plataformas iOS y Android en el primer y segundo trimestre de 2021, respectivamente.
Gerente de Área para Centroamérica, Ecuador y Venezuela de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA)