Patidifusos

Los salvadoreños estamos patidifusos. Por Dios, por El Salvador, por nuestras familias, ¡despertemos, salgamos de este estado!

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Vacuna contra el COVID-19 con la dosis de Pfizer. Foto Referencia AFP

Por María Alicia de López Andreu

2020-12-11 7:39:58

Según el Diccionario de la Lengua Española, patidifuso —un término coloquial— significa “que se queda parado de asombro”. Además, se sufre como de falta de aire, de estar al borde del desmayo.

Así, patidifusos nos deja el Excelentísimo con cada malévola pensada. Diría que quienes él califica desdeñosamente como el “3%” vivimos en un estado patidifúsico desde su toma de posesión, cuando ninguneó a los otros Poderes del Estado, a los jefes de gobierno y representantes de otras naciones asistentes, etc., y se dirigió únicamente al “pueblo”. Ojo: no para garantizarles que haría un gobierno probo, ejemplar, apegado a la Constitución, sino para hacerle jurar un apoyo ciego y servil a cuanto dislate se le ocurriera. No lo dijo así, pero “el 3%” lo entendimos perfectamente, vislumbrando todo lo que posteriormente ha sucedido: ilegalidades peligrosísimas, que nos convertirán en una Venezuela 2.0.

Todo ha sido patidifúsico: el Gabinete, que sería “el mejor de toda nuestra historia”, formado —salvo rarísimas excepciones— por personajes más apropiados para una representación bufa de la peor calaña, donde la vulgaridad, la burla y la agresividad, sustituyen a la capacidad e idoneidad. Subalternos a imagen y semejanza de su líder.

Tras eso, todos los desacatos a nuestra Constitución, a la Corte Suprema de Justicia, la Asamblea Legislativa, la Corte de Cuentas, la Fiscalía General de la República. Despilfarros descarados, llegando al robo. En  medio, payasadas como tomarse un selfie en plena convención de las Naciones Unidas, causando un patidifusismo universal. Y recientemente, la burla que pretendió ejecutar contra la Asamblea Legislativa, lanzándoles la renuncia “previa” de Arriaza Chicas al final de la Sesión Plenaria para su desafuero. Burla aplaudida solamente por la masa de sus seguidores ignorantes y vulgares. Una grave jugarreta que de nuevo pone en peligro nuestra institucionalidad. Y exhibe a ese subalterno como una persona sin dignidad ni personalidad, un infeliz con quien se puede jugar como le dé su regalada gana.

Gravísimo también que la única política de su gobierno sea una siembra de odio permanente, hacia todo lo que no es ocurrencia suya. Fomenta un desprecio absoluto a los partidos políticos, al empresariado, a los medios de comunicación social que luchan por mantener su independencia, etc. Basa su gestión en regalar hoy, previo a conseguir votos, para después de las elecciones aplastarnos con la horrible realidad: un país quebrado, sin recursos, sin empresas que puedan crear empleos ni generar utilidades para pagar impuestos, sin acceso a más créditos internacionales, que ya no podríamos pagar. Entonces, como dije en otra ocasión, será el llanto y crujir de dientes. Para todos, inclusos para sus votantes.

Pero eso al Excelentísimo no le preocupa, para eso cundundea a quienes tienen las armas: Fuerza Armada y PNC, comprados con prebendas tan generosas, que no les importa actuar en contra de la ciudadanía honrada, con tal de tener contento al Excelentísimo. Imaginemos qué sucederá cuando tampoco haya para continuar cundundeándolos.

Los salvadoreños estamos patidifusos. Por Dios, por El Salvador, por nuestras familias, ¡despertemos, salgamos de este estado! Pongámonos a trabajar, no solamente para salir de esta crisis económica sin paralelo, que cada día se profundiza como consecuencia de las nuevas ideas del Excelentísimo, sino, principalmente, para rescatar a nuestra Patria del descalabro actual. No hagamos caso a las encuestas: para las próximas elecciones, dejemos a los NI/GANA, en minoría absoluta.

 

Empresaria.