Reactivación económica exige mayor digitalización y atraer inversión

Certeza jurídica, seguridad y Estado de derecho para el sector productivo fueron de las peticiones de los empresarios. ANEP y la gremial homologa de Guatemala realizaron el Diálogo Empresarial 2020 con expertos de la región y del BID.

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Las empresas están llamadas a reinventarse y subirse en la autopista digital. / Foto Por elsalv

Por Magdalena Reyes

2020-12-03 8:15:17

La reactivación económica en la región será posible a través de la digitalización y atracción de inversión ante un contexto adverso por la pandemia de COVID-19; ese fue el eje que dominó ayer la jornada del Diálogo Empresarial 2020.

El evento fue organizado por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), el Comité coordinador de asociaciones agrícolas, comerciales, industriales y financieras de Guatemala (Cacif) y la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA).

En la actividad también se abordaron temas como el manejo de los desastres naturales y el combate de la corrupción.

“Hay eventos que cambian la historia, la pandemia ha sido una de ellos, pero sin duda momentos difíciles como los que vivimos vienen a reafirmar nuestra determinación”, dijo el presidente de la ANEP, Javier Simán.

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El empresario destacó que todos los países han enfrentado la crisis por la pandemia, pero la diferencia es la manera como la ha abordado cada gobierno.

“Estamos convencidos que ningún país puede prosperar sin un estado de derecho donde todos los ciudadanos puedan emprender y alcanzar sus propios sueños”, agregó.

Expresó que el sector privado siempre está enfrentando retos y reinventándose ante los cambios, pero ninguno como la inseguridad jurídica y la incertidumbre política, porque ahí se toman las decisiones que impactan en el quehacer productivo.

“Son decisiones que nos cuesta comprender pero con las que tenemos que vivir todos los países, la diferencia es cómo se ha llevado por los gobiernos”, destacó Simán.

La pandemia ha puesto a prueba las habilidades empresariales, obligándolos incluso a trabajar desde lejos, para lo que se han valido de la tecnología.

“Hay eventos que cambian la historia, la pandemia es uno de ellos y no podemos esperar que las políticas públicas resuelvan todos los problemas”, afirmó Simán.
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Por su parte, el presidente de Cacif, Nils Leporowsky, calificó el encuentro como el puente más grande para Centroamérica.

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“¿Cómo quiere recordar al 2020?”, preguntó Nils, al tiempo que contestó que es una pregunta retadora porque no se puede negar que ha sido un año diferente. “Hay que recordarlo como el año que nos llevó a reinviertarnos, a crecer en la crisis y a trazar un mejor camino y aprovechar recursos y herramientas desde una visión compartida”, destacó.

La pandemia ha dejado clara la importancia de la conectividad y que a pesar de la distancia se puede trabajar en conjunto, agregó.

En el evento se abordó la agenda digital para la región, que ayudará a trazar metas claras y sostenibles en el tiempo. “Es importante que cada nación sea parte de un plan integral que apoye a los pequeños empresarios, atraiga la inversión y que marque un horizonte compartido en el istmo y de otros aliados en otras regiones”, apuntó el guatemalteco.

Destacó, además, que la transparencia y la lucha contra la corrupción es el pilar donde debe sostener toda iniciativa y que este tipo de foros pueden formular un frente para luchar contra este flagelo, al tiempo que mencionó que cada año se pierden $13,000 millones en la región por la corrupción, citando datos del INCAE.

Región con capacidad para ser red de proveedores para EE. UU.

En el encuentro virtual también participó el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, quien expresó que la región centroamericana puede salir con una economía más robusta, con más inversión, mayor productividad y más empleo.

“Desde el BID estamos convencidos de que nuestros países se pueden convertir en destinos atractivos para las cadenas de producción, esto se manifiesta porque estamos apreciando una reconfiguración de las cadenas de valor a medida de que las empresas buscan reubicar la producción en los lugares más próximos a los lugares de consumo”, dijo el estadounidense.

Agregó que es una tendencia del “neoboring”, termino que consiste en construir una red de proveedores de productos y servicios en una región específica, e indicó que esto no involucra solo a una empresa de manera directa cuando esta abre o expande operaciones, sino que también se trata de nuevos proveedores del país que se integra a la cadena de suministros, ya sea que la cadena de producción sea de su país o de otros.

“De esa manera, el ‘neoboring’ puede influir en el aumento de producción y el empleo, incluyendo de forma particular a pequeñas y medianas empresas. El potencial de América Latina y el Caribe para atraer este tipo de inversión no es un concepto abstracto, según estudios recientes, más del 75 % de las empresas estadounidenses en Asia han decidido o están considerando trasladar sus empresas para otros países”, agregó.

Según datos compartidos por Claver-Carone, la importación de manufactura estadounidense procedente de China disminuyó un 17% en 2019, un cambio equivalente a $90,000 millones, y países como México han absorvido el 15 % de esas exportaciones.

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“Hay por lo menos tres sectores con un inmenso potencial: los textiles, en los que las importaciones estadounidenses desde Asia acumulan $4,5000 milles por año; los conductores eléctricos, que representan más de $400 millones de importaciones desde Estados Unidos; y los servicios basados en conocimiento para los que la región tiene una propuesta de valor para Estados Unidos”, detalló.

La posición geográfica, la población joven y la red de acuerdos comerciales brindan un abanico de oportunidades para el desarrollo y más empleo en el istmo, dijo.

Para esto es importante el trabajo entre el Gobierno y el sector privado, destacó Claver-Carone, al mismo tiempo que dijo que como BID están listos para fortalecer la estructura logística, de transporte y la integración regional. “La reducción de 1 % de los costos logísticos podrían aumentar hasta en 8 % las exportaciones”, aseveró.

El ejecutivo también habló del impacto en la región por las tormentas Eta e Iota y aseguró que el organismo brindará apoyo.

“El BID ha estado trabajando y quiero asegurarles que no dejaremos de apoyar en todo lo que sea posible para enfrentar esta tragedia; la prioridad inmediata es disminuir el sufrimiento humano y asegurar la operación de servicios básicos como el agua potable, la electricidad y el y transporte”, concluyó.