Para continuar con la memoria de Diego Armando Maradona, fallecido el pasado miércoles en Buenos Aires, ayer Los Provocadores conversó con uno de los futbolistas salvadoreños que más veces lo enfrententó y que más a su altura estuvo en dos enfrentamientos en 1982.
Carlos “Imacasa” Recinos, célebre exdefensor central de FAS y Selección Nacional entre los años 70 y 80, compartió ayer sus vivencias durante el Mundial de España 1982 en el partido entre El Salvador y Argentina, que fue la única vez en que la Azul se enfrentó en partido oficial tanto a la “albiceleste” como a una vigente campeona del mundo.
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Recinos fue enfático en que aquel 23 de junio de 1982 los argentino “no pudieron brillar contra nosotros”, que ni tampoco Maradona pudo hacer justicia a su calidad como jugador y explicó matices estratégicos de aquella Selecta.
“No era marca personal (suya contra Diego), pero deben recordar que Maradona tenían una amplia libertad adelante y se movía hacia todos lados. Por izquierda gambeteaba mucho, pero cuando cuando tocaba iba hacia el otro lado, eran jugadas bien planificadas. Las marcas siempre fueron en zona y escalonadas y eso nos dio ventajas a nosotros para no recibir goleadas de selecciones como Argentina y Boca Juniors”, recordó “Imacasa”, aludiendo también al amistoso de la selección contra el club xeneize el 6 de enero de aquel año mundialista.
El exjugador también mencionó los elogios y sorpresas que despertaron en el desarrollo de aquel mundial pese a cargar con el peso del histórico 10-1 contra Hungría: “Los argentinos se quedaron sorprendidos y hasta revirtieron sus declaraciones después de la goleada con Hungría. (…) Incluso Hugo Sánchez (mexicano) decía en la televisión de España que eramos tan aguerridos que si no nos hacían un gol en los primeros 15 minutos, no nos lo iban a hacer nunca”.
Recinos aclaró que ningún jugador salvadoreño cambió camiseta con Maradona después de ese juego: “La delegación de tu rival te llevaba un lote de regalos, banderines, llaveros, camisas, bufandas, gorros, que las dejaron allí y, cuando uno llegaba, se encontraban con ellos. Pero un directivo nuestro llegaba dos horas antes al vestuario y se llevaba las cosas. Nos dimos cuenta hasta el último partido con Argentina, porque yo entré primero al camerino y cuando vi todas esas cosas de los argentino creí que era el camerino de ellos, hasta que un policía me aclaró que era nuestro camerino, y que hasta en cada partido nos habían llevado cajas con 30 pelotas de Adidas”.
Pese a que intentaron reclamarles, ‘Imacasa’ asegura que no pudieron hacerlo formalmente porque los dirigentes se desaparecieron durante buena parte del Mundial. “Nos encontramos un cuarto en el hotel topado de uniformes y maletines para cada jugador: cuatro pares de zapatos para cada uno, siete juegos de uniformes para cada uno, chumpas, pants, ropa de entreno, para cada jugador con su bolso y su número… Y los directivos habían sacado dos juegos de uniformes que eran para nosotros. Adidas te da más uniformes para que entrenes con él y para que puedan hacer partidos amistosos con equipos locales y regalarles esas camisas, porque es publicidad para ellos”.