Las festividades de fin de año están en apogeo, reuniones familiares, compras, restaurantes y las aglomeraciones que partidos políticos están realizando, todos las anteriores son actividades en las que hay riesgo de infección de Covid y que están catalogadas como eventos superdiseminadores de contagio de COVID-19.
Ante el incremento de actividades sociales en los que hay aglomeración, el infectólogo Iván Solano Leiva ha alertado sobre un posible rebrote de COVID-19, en fechas cercanas a la Navidad y que probablemente se pueda extender a inicios de 2021.
VER: ¿Desde qué edad se aplicaría la vacuna contra el COVID-19 en El Salvador?
Ante ese escenario, los lugares y actividades con mayor riesgo de contagio se encuentran en los espacios cerrados sin ventilación como restaurantes, bares, zonas de aglomeración de personas y hasta la misma residencia, según detalla el Centro para el Control de Enfermedades ( por sus siglas en inglés CDC).
Además un reciente estudio de la Revista Nature confirma que estos espacios son denominados como supercontagiadores, que son lugares donde no se pueden cumplir las recomendaciones de prevención como:el uso de la mascarilla, distanciamiento físico y en el que no hay una adecuada ventilación.
Según el informe de la revista Nature, los científicos evaluaron los riesgos con base a las reaperturas de cada sitio tomando en cuenta redes de movilidad derivadas de datos de teléfonos celulares que mapearon los movimientos por hora de 98 millones de personas en Estados Unidos.
Y en el cual, los restaurantes, bares, templos religiosos y gimnasios, por ejemplo, son algunos de los más frecuentados para realizar actividades sociales y por tanto son en los que hay mayor exposición al virus, sostiene el informe. Y agregan que con el paso de los meses, las personas salen con mayor frecuencia y estos lugares son los que tienen mayor afluencia.
El Diario de Hoy consultó al médico infectólogo, Jorge Panameño, quien también es miembro del Observatorio Médico COVID-19, del Colegio Médico de El Salvador, y el cual manifiesta que tanto el confinamiento y la larga cuarentena impuesta ha traído efectos en el área psicosocial en la población y el cual denominó con “hartazco pandémico”.
“Una de las grandes consecuencias que ha traído es disgregarnos como seres humanos y ha traído mucho sufrimiento particularmente con personas de la tercera edad, que se han sentido abandonados y también ha traído consecuencias en la niñez, adolescencia y jóvenes entre las edades de 20 a 40 años. Esto ha llegado a tal grado que ha creado un fenómeno en el mundo que se llama hartazco pandémico, ya todos están hartos que no pueden ver amigos, a las familias y reunirse; entonces ha provocado que algunos segmentos de la sociedad no están respetando las norma de prevención”, argumenta Panameño.
El galeno menciona que ante la llegada de las fiestas navideñas, las reuniones sociales, familiares se están convirtiendo en actividades o eventos superdiseminadores, debido a que en estas se generan más exposición al virus y por lo tanto mayor contagio.
TAMBIÉN: Salud sin vigilar protocolos de prevención de COVID-19 en discotecas y bares
Por que las personas no usan mascarilla, las reuniones son en espacios cerrados y realizan acciones como: hablar cantar, gritar, toser , estornudar, respiran. Por lo tanto producen gotitas respiratorias, estas gotitas pueden variar de tamaño desde gotitas grandes (algunas de las cuales son visibles) a gotitas más pequeñas. Las gotitas pequeñas también pueden formar partículas al secarse muy rápidamente en las corrientes de aire, y en caso de que entre la familia se encuentre una personas que porta el virus y es asintomática, se puede dar un alto número de contagios, advierte el CDC.
Panameño hace un llamado a la conciencia de las familias para que las fiestas navideñas y de fin de año, sea unifamiliar (solo los miembros de las familias que residen juntos), ” es importante que las medidas de distanciamiento físico y social , como evitar todo tipo de actividades que generen aglomeración o cercanía entre una y otras llamase fiestas o reuniones, asambleas , deportes y entretenimiento que generen aglomeración , no se pueden realizar porque el riesgo está aumentando día con día, sobre todo en San Salvador”, advierte.
El especialista en enfermedades infecciosas alerta que desde el mes de octubre aumento y que aunque el crecimiento es lento, y cada vez que hay una reunión familiar, una reunión social, “son eventos que se convierten en riesgo de eventos superdiseminador, como bodas, cumpleaños y que pueden conllevar que contagien a personas que posean factores de riesgo y que tienen potencial de fallecer por la exposición al virus y en las últimas semanas he sido testigo de familias enteras que han sido sacudidas por dos o tres muertes por una reunión familiar”, ejemplificó Panameño.
“No es posible reunirse familias enteras sobre todos en espacios cerrados, podría darse reuniones cortas en espacios abiertos bien ventilados y guardando una distancia, que puede ser para aminorar el riesgo de contagio. Las familias deben comprender es que hay riesgo en este momento en que alguien se infecte y lleve esa infección a su casa, donde están sus papá, mamá y abuelos o personas con enfermedades crónicas, ese el precio que se va pagar si se decide ignorar estas recomendaciones”, concluyó.
Y advirtió que la epidemia de COVID-19 no está estable, hay una elevación lenta, todos los días mueren personas y la mayoría falleciendo son personas que tenían serios problemas de salud, “hay un peligro que pende sobre nosotros y es el peligro al que el virus mute o que varias sepas del virus circule en el momento y eso puede cambiar el concepto que hemos tenido que los jóvenes desarrollan rara vez enfermedad grave, hay muchos jóvenes teniendo una vida social muy activa, basándose a que no afecta, pero eso puede cambiar y mientras la ciencia lucha y trata de desentrañar los misterios que rodean al virus, hay que ser prudente”, aconsejó el médico.
Por lo tanto, por prevención de contagio es importante para reuniones familiares por motivo de festejo o celebración de fiesta de navidad o fin de año es importante pensar: ¿Qué tan pequeño puede ser el grupo con el que celebrar? ¿Cuánto tiempo nos sentamos juntos y qué tan cerca, qué tan bien podemos ventilar el lugar?